Alzad

Introducción
Algunas veces nos enfrentamos con situaciones difíciles de solventar y luchamos pero no hallamos la salida.
La palabra de Dios nos da las llaves para poder encontrar la victoria a través de alzar varias cosas, veamos:

ALZAR LAS MANOS PARA HALLAR MISERICORDIA
Sal 63:1 Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas,
Sal 63:2 para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.
David estaba pasando una prueba muy dura donde sentía desfallecer, un desierto que el sabía era para purificación de su vida.

Es necesario comprender que a veces los desiertos vienen para limpieza de nuestra alma, para ablandar nuestros corazones y así podamos escuchar un mensaje de Dios. Sigamos leyendo:

Sal 63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán.
Sal 63:4 Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.

¿Quién es el que clama por misericordia?, solamente aquel que reconoce que falló y sabe que merece castigo.
Hay desiertos que a veces se pasan y no se sale de ellos pronto, porque no se quiere reconocer cual es la falla que se tuvo, pero la llave es entender cuáles son nuestros errores para clamar por misericordia. Por eso es que en ese momento dice David "EN TU NOMBRE ALZARÉ MIS MANOS", porque mejor es tu misericordia. En otras palabras ya vi mis manos, ya vi mis obras la forma equivocada como venía edificando, PERO LAS LEVANTARÉ A TÍ PARA PEDIRTE MISERICORDIA, y por eso Dios le hará misericordia:

Sal 63:5 Quede mi alma bien llena de ti, como de un manjar jugoso; y entonces con labios que rebosen de júbilo, te cantará mi boca himnos de alabanza.

Antes estaba llorando porque se sentía seco, sediento, pero luego de ALZAR SUS OBRAS A DIOS Y CLAMAR POR MISERICORDIA, entonces encontró la saciedad de su alma y cantó de alegría.

ALZAR LAS MANOS PARA BENDECIR
Sal 134:2 Alzad vuestras manos al santuario y bendecid al SEÑOR.

Esto significa edificar EN LA CASA DE DIOS y bendecirlo. Pero note la consecuencia:

Sal 134:3 Desde Sion te bendiga el SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

Viene bendición de Dios, que es todopoderoso para hacer cielos y tierra.



ALZAR LA VARA
Éxo 14:16 Y tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por en medio del mar, en seco.

A veces hay problemas frente a nosotros que se quitarán hasta que tomemos la vara que significa la autoridad que Dios nos ha dado para ordenarles que abran paso porque nosotros pasaremos.

ALZAR LA VOZ
Isa 58:1 «¡Clama a voz en cuello, no te detengas, alza tu voz como una trompeta! ¡Anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pecado!

Otra cosa a la que Dios nos llama a alzar, es nuestra voz, pero no tímidamente, sino claramente, decir cuando en el pueblo de Dios hay rebelión y pecado, porque quien lo sabe y lo encubre se hace uno con el pecador.

Pro 8:1 ¿Acaso no llama la sabiduría, y alza su voz el entendimiento?
Pro 8:2 Apostada en las alturas junto al camino, en las encrucijadas de las veredas,
Pro 8:5 «Ingenuos, aprended discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura.

Si leemos todo el capítulo 58 de Isaías, nos damos cuenta cuan necesario es que alcemos la voz del entendimiento, para hacer entrar en razón al ingenuo (o simple) y al necio para evitarles que les vaya mal.

ALZAR A LOS HIJOS
Gén 21:18 Levántate, alza al muchacho y tómalo de la mano, porque de él haré una gran nación.
Gén 21:19 Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Ella fue, llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho.

Nos es necesario ALZAR a nuestros hijos hacia Dios. Aquí la palabra alzar viene del hebreo nasá que se traduce como acarrear, conducir, estimular, exigir.
Note que esforzándose por alzar a su hijo, Dios le dio un pozo de agua y pudieron seguir adelante.

ALZAR LOS OJOS
Sal 121:1 Cántico gradual Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro?
Sal 121:2 Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

Muchas veces no se encuentra una solución porque se tiene la mirada puesta en el problema o en cosas terrenales, como el amigo que tiene un buen puesto, en el pariente que tiene dinero o en el apellido de la familia.
El socorro no viene de cosas terrenales, el socorro viene cuando miramos los montes de Dios, es decir cuando nuestra visión no está puesta en lo de abajo sino en las cosas de Dios. Ejemplos de algunos montes:

El monte Sinaí
Lev 26:46 Estas son las leyes, los decretos y las instrucciones que Jehovah estableció entre él y los hijos de Israel en el monte Sinaí, por medio de Moisés.

Necesitamos alzar nuestros ojos al monte donde Dios revela las leyes (es decir nuestros derechos y obligaciones en su reino), los decretos (las cosas que Dios determina para determinada época) y las instrucciones (la forma como viviremos según leyes y decretos).

El monte de Parán
Deu 33:2 «Vino el Señor desde el Sinaí: vino sobre su pueblo, como aurora, desde Seír; resplandeció desde el monte Parán, y llegó desde Meribá Cadescon rayos de luz en su diestra.

Dice la Biblia que Dios resplandece desde Parán. La palabra hebrea resplandecer también pudo traducirse como favorecer.
Démonos cuenta que para poder resplandecer en el monte Parán, primero hay que ver el monte Sinaí, lo que significa es que para que venga el favor de Dios, primero hay que aprender a sujetarse a las leyes, decretos e instrucciones del reino de Dios.

El monte de los olivos
Mar 13:3 Y se sentó en el Monte de los Olivos, frente al Templo. Entonces Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte:

El monte de los olivos, es el monte donde hay fuente de aceite, es decir presencia de Dios, pero este monte tiene la característica que es donde se le pude hacer preguntas a Jesús.
Esto nos muestra que para poder alzar los ojos y ver este monte HAY QUE SER HUMILDE PARA SENTARSE A APRENDER.
El texto paralelo al pasaje que leímos (que es mateo 21:1) dice que se acercaron a Jerusalén, que quiere decir fundado en Paz, es decir cuando nos acercamos al monte de la enseñanza, primeramente debemos ir en paz, dispuestos a recibir la enseñanza de Dios.
Dice la Biblia que llegaron a Betfague, llegaron a la casa del higo o a la casa del fruto inmaduro, es decir para estar en el monte de los olivos debemos reconocer nuestra inmadures, y así podremos ver las enseñanzas de Dios.

El monte santo
2Pe 1:18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.

Hay que levantar los ojos para ver LA SANTIDAD, hay hijos de Dios que no disfrutan del socorro de Dios PORQUE NO TIENEN SU VISIÓN EN LA SANTIDAD sino en el pecado.
La Biblia dice en el salmo 43:3 que la luz y la verdad te llevan a este monte, eso quiere decir que todo aquello que se haga en lo oculto o tenga mentira, NO ES SANTO, y por lo tanto no dejará que puedas levantar tus ojos y recibir tu socorro.

El monte de la transfiguración
Mat 17:1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto.
Mat 17:2 Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

Necesitamos poner nuestra mirada en donde hay cambios en la gente, donde el corazón fue trabajado y por ello el rostro resplandece, donde se recibe verdaderamente la vestidura (es decir cobertura) para que nuestra naturaleza cambie. Imprimir artículo