LAS AGUAS DE REPOSO


Pastor Luis del Cid , 6 de mayo de 2,012 año de la Libertad


Introducción
A lo largo de la escritura vemos la insistente recomendación de Dios sobre que no dejemos que nuestra alma entre en angustia, por ejemplo:

Flp 4:6  Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Flp 4:7  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Dios sabe que en determinados momentos las presiones de la vida nos pueden llevar a un estado peligroso del alma, que al hacernos perder la paz tanto nuestro espíritu como nuestra mente pueden ser trastornados a tal punto que por la angustia nos desviemos y perdamos la visión correcta de la vida como le pasó a Sansón:
Jue 16:16  Y aconteció que, presionándolo ella cada día con sus palabras e importunándolo, el alma de Sansón fue reducida a mortal angustia.
Jue 16:17  Le descubrió, pues, todo su corazón y le dijo:
–Nunca a mi cabeza llegó navaja, porque soy nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si soy rapado, mi fuerza se apartará de mí, me debilitaré y seré como todos los hombres.
Jue 16:21  Enseguida los filisteos le echaron mano, le sacaron los ojos, lo llevaron a Gaza y lo ataron con cadenas para que trabajara en el molino de la cárcel.

La consecuencia de entrar en angustia fue: primero la separación de la comunión con Dios, segundo el ataque de sus enemigos, luego perder la visión en su vida, después ser encadenado y por último metido en una cárcel. Por eso el salmista clamaba a Dios diciendo:
Sal 31:9  Ten misericordia de mí, Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, también mi alma y mi cuerpo.

Angustia según su definición secular es aflicción, ansiedad, sofoco. Temor opresivo sin causa precisa.
Es un estado en el que no debemos permitir entre nuestra alma y por eso Dios nos da la salida para que no caigamos en el:
Sal 23:1  Salmo de David
Jehová es mi pastor, nada me faltará.
Sal 23:2  En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Sal 23:3  Confortará mi alma...

Lo primero es que Dios sea tu pastor y te dejes pastorear por el. Luego que haya pasto y aguas para poder descansar y así nuestra alma será confortada. Note que dice AGUAS, es decir no es un solo tipo de agua, sino que son varias las que Dios nos da para hallar el reposo y confort del alma. Veamos por tanto las aguas de reposo:

AGUAS MAIM (H4325)
Significa semen, bañar, manantial. El agua maim es la palabra de Dios que te hace germinar porque es el esperma divino que opera en ti un milagro para que puedas ser fructífero:
Gén 1:20  Dijo Dios: «Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en el firmamento de los cielos».

Es palabra que produce vida en nosotros para que a su vez nosotros podamos dar vida. Es la palabra pastoral que al recibirla continuamente hace que ya no te sientas derrotado sino que provoca en ti el poder y el deseo de ser útil en la vida, y eso da reposo. ¿Cómo se halla el reposo de las aguas maim? fructificando.
Gén 1:21  Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

Otro ejemplo:

Gén 7:7  Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
Cuando te dejas pastorear por las aguas maím, logras que tu familia entre en un estado de seguridad aunque en el mundo haya destrucción:
Gén 7:18  Las aguas siguieron subiendo y creciendo en gran manera sobre la tierra y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.

¿Cómo se halla estas aguas que te dan reposo? cuando te dejas pastorear por la palabra de Dios.
Gén 16:6  Respondió Abram a Sarai: –Mira, tu sierva está en tus manos. Haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, Agar huyó de su presencia.
Gén 16:7  La halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
Gén 16:8  Y le dijo: –Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas? Ella respondió: –Huyo de delante de Sarai, mi señora.
Gén 16:9  Le dijo el Ángel de Jehová: –Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano.

Las aguas maim nos enseñan a reconocer autoridad y cuando nos sometemos bajo autoridad en lugar de reprocharla, Dios nos permite que encontremos el reposo.
Gén 18:4  Haré traer ahora un poco de agua para que lavéis vuestros pies, y luego os recostaréis debajo de un árbol.

Cuando te dejas limpiar tu caminar por el agua pastoral, entonces hayas el reposo a la sombra de Cristo, pero ojo, que esto sea solamente en una ministración:
Neh 4:23  Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.
La palabra bañarse aquí viene del mismo hebreo maim, que son las aguas de reposo, note que no se desnudaban sino ante el agua maim, esto significa que no desnudes tu alma ante cualquiera, sino solamente cuando delante la presencia de Dios se te de el agua que limpia.

Gén 24:15  Aconteció que antes que él acabara de hablar, salió Rebeca con su cántaro sobre el hombro. Rebeca era hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham.

Gén 24:16  Esta muchacha era de aspecto muy hermoso y virgen, pues ningún hombre la había conocido; descendió a la fuente, llenó su cántaro, y se dispuso a regresar.
Gén 24:17  Entonces el criado corrió hacia ella y le dijo:
–Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Gén 24:18  Ella respondió: –Bebe, señor mío. Se dio prisa a bajar su cántaro, lo sostuvo entre las manos y le dio a beber.
Esta mujer hermosa es la iglesia que también debe tener agua. Es el agua de la palabra que Dios nos da a traves de hermanos que se pegan a la fuente y se esfuerzan por sacar el agua que bendice no solo sus vidas sino que estan dispuestos a esforzarse por los demás.

Éxo 15:25  Entonces Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.  Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó.
Éxo 15:26  Les dijo: «Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador».
Estas son las aguas del evangelio que te recuerda el sacrificio de Cristo, que hubo alguien por el cual nosotros hoy somos salvos y que es suficiente razón para que nuestra vida sea endulzada por el amor de Dios, pero que nos lleva al reposo cuando entendemos que aunque por gracia somos salvos tenemos un compromiso de poner por obra la palabra de Dios.

Lev 1:9  Él lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar. Es un holocausto: ofrenda quemada de olor grato para Jehová.
Una cosa es lavarse el caminar diario con agua y otra sacar desde tus entrañas lo más sucio pero eso es voluntariamente que cada uno lo hace y cuando sucede sube delante de Dios como una ofrenda que agrada a Dios y entonces nos bendice con su reposo.

Lev 11:36  »Sin embargo, la fuente y la cisterna donde se recogen las aguas permanecerán limpias, pero lo que haya tocado los cadáveres será inmundo.
Para que logremos estar donde hay aguas de reposo es necesario que nos consagremos, que nos apartemos de las cosas mundanas porque ya nosotros no somos de este mundo y caer en el error de practicar cosas mundanas nos aparta de las aguas maim.

Jue 7:5  Entonces Gedeón llevó el pueblo a las aguas, y Jehová le dijo: «A cualquiera que lama las aguas con la lengua como lo hace el perro, lo pondrás aparte; y lo mismo harás con cualquiera que doble sus rodillas para beber».
Hay parábolas a través de las cuales Dios nos habla en su palabra, figurándonos a nosotros en ovejas, hormigas, bueyes, árboles y otras más pero que a veces, como en este versículo Dios pone el ejemplo de un perro que lame el agua y que así lo debemos hacer nosotros si queremos alcanzar la victoria. Obviamente lo que significa es ser humildes para poder asimilar el agua que viene de Dios a darnos reposo.

Neh 9:15  »Les diste pan del cielo para saciar su hambre, y para su sed les sacaste aguas de la peña; y les dijiste que entraran a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la darías.
Cuando te acercas a la peña y le pides agua para que reposes, entonces entras a poseer la tierra prometida, una vida en bendición donde Dios quiere habitemos siempre.

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