EL CAMINO QUE LLEVA AL AMOR PERFECTO II parte (familiar)


Pastor Luis del Cid, 12 de junio de 2,012 año de la Libertad

Introducción
En la primera parte de este tema, nos dimos cuenta que hay varios niveles de amor, por ejemplo:
El amor filandropos, el amor filos pero hay uno que es perfecto: el amor ágape.

1Jn 4:18  En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor...

De este amor es del que habla la segunda carta de Pedro y nos muestra los pasos previos para alcanzarlo:
2Pe 1:5  Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadan a su fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;
2Pe 1:6  al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad,
2Pe 1:7  a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.

Nos dimos cuenta que hay una ruta que nos conduce a ese amor ágape. De allí que en la primera parte de este tema hablamos que se necesita empezar por la fe en esta travesía del perfeccionamiento del amor, hoy continuaremos con el resto:

A LA FE VIRTUD
La palabra virtud a la cual hacemos referencia del versículo base de 2 Pe 1:5 viene del griego aréte que también significa hombría (valor), excelencia, varón (como más fuerte para levantar).
Esto significa que no solo se trata de creer sino de actuar, de ser valientes y tener coraje para que aunque parezca muy largo el recorrido para llegar a la meta, por algo hay que empezar.
Vimos que también se traduce como excelencia, de esto dice la Biblia:
1Cr 22:5  David se decía: «Salomón, mi hijo, es muchacho y de tierna edad, y la Casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por su excelencia, para renombre y honra suya en todas las tierras; ahora, pues, yo haré los preparativos necesarios». E hizo David grandes preparativos antes de su muerte.

Sabemos que la familia al final el propósito es que sea la morada para que Dios habite, pero para alcanzarlo hay que edificarla CON EXCELENCIA, no a medias, no de vez en cuando sino con lo mejor siempre.

DE LA VIRTUD AL CONOCIMIENTO
La palabra conocimiento que aparece en 2 Pe 1:15 viene del griego GNOSIS y también se interpreta como conocer, entender, comprender.

Esto nos muestra que no se trata de vivir solo por vivir sino que el esfuerzo por hacer implica entendimiento, primero es la fe (lo místico) pero luego el entendimiento (lo práctico). Aquí surge una pregunta ¿qué hay que conocer?, en la medida que conocemos las cosas que son nuestras (es decir las espirituales) entonces podremos cambiar las materiales, veamos:
1Ch 12:32  De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran doscientos; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes.

Debemos tener conocimiento de los tiempos para saber lo que en su tiempo tenemos que hacer como esposos pero también con nuestros hijos. Esto nos lleva a aprender a discernir, saber definir cual es el tiempo que estamos viviendo.
Ecl 3:1  Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo:
Ecl 3:3  tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar;
Ecl 3:4  tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;
Ecl 3:5  tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;
Ecl 3:6  tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

¿Qué más hay que conocer?
Pro 9:10  El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

Es necesario conocer al Santísimo pero no se le puede conocer si primero no nos lavamos los pies y las manos para poder entrar hasta ese lugar (en figura el lavacro en el tabernáculo). Cuando cada miembro de la familia se limpia de sus malas obras y de su mal caminar con mucha más facilidad se podrá amar y demostrar con sus actitudes que ciertamente le importa no solo su bien sino el de toda su casa.
Pro 19:25  Hiere al escarnecedor y el ingenuo se hará precavido; corrige al inteligente y aumentará su conocimiento.

Esto quiere decir que para recibir conocimiento se necesita la disciplina y la corrección. Cuanta familia no tiene conocimiento porque no hay quien ponga orden en su casa.
Jer 3:15  Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia.

El que tiene pastor y se deja pastorear adquiere conocimiento.
2Cr 1:11  Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,

Cuando hay conocimiento de cómo gobernar entonces la casa se ordena y cuando hay orden detrás viene la bendición y prosperidad.
Gén 1:2  La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Gén 1:3  Dijo Dios: «Sea la luz». Y fue la luz.
Gén 1:4  Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas.

Siguiente conocimiento:
Tit 1:1  Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,

Cuando en una casa hay mentira no hay conocimiento de la verdad y por lo tanto no hay avance sino que con facilidad llega la destrucción. Siguiente:
Col 1:9  Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.

Quizás alguien pensará que está jalado que tenga que ver el conocimiento con el perfeccionamiento del amor entre la familia, pero para apuntalarlo aún más, mire como dice la biblia:

Hos 4:6 Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Porque tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de mi sacerdocio; porque has olvidado la instrucción de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

Por cuanto no quisiste el conocimiento entonces Dios se mete con tu familia. Otro peligro:
Pro 1:28  Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallarán;
Pro 1:29  Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron temer al SEÑOR;

Más el deseo de Dios es el siguiente:
Flp 1:9  Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión,

De tal manera que debemos enseñar y buscar el conocimiento porque esto nos llevará a tener en casa otro nivel de amor.

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