Pastor Luis
del Cid, 7 de junio de 2,012 año de la Libertad
Introducción
Como lo vimos anteriormente, la Palabra de Dios nos muestra
que nuestro amor, tanto en pareja como en la familia tiene que ser
perfeccionado:
1Jn 4:18 En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor...
Este versículo nos muestra que al amor tiene que
evolucionar a ser perfecto, a lo cual nos ha llamado Dios pues la Biblia
también dice:
Mat 5:48 "Por tanto, sean ustedes perfectos como
su Padre celestial es perfecto.
Se nos demanda que nos esforcemos para alcanzar esa
perfección y en este tema familiar, veamos un poco más de lo que tenemos que
hacer para que evolucionemos a amarnos en ese amor perfecto.
En la Biblia aparecen varios tipos o podríamos decir
niveles de amor, por ejemplo:
EL AMOR
FILANDSROPOS
Hch 28:2 Los nativos
tuvieron con nosotros una amabilidad
poco frecuente, porque nos recibieron a todos y encendieron una hoguera contra
la lluvia que caía y contra el frio.
Esta palabra amabilidad viene del griego Filandsropía que
se traduce o interpreta como "que ama a la humanidad", benevolencia
(filantropía), amor.
Este amor es el que se siente por cualquier persona sin
que haya incluso algún lazo sentimental o consanguíneo.
AMOR FÍLOS
1Pe 1:22 Al obedecer a la
verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor
fraternal no fingido. Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro,
Este amor está en otro nivel y es el que se siente hacia
un pariente, así sea consanguíneo, el cónyuge o el que sentimos hacia otro
cristiano. Es generalmente por el que se empieza una relación sentimental.
AMOR ÁGAPE
1Jn 4:18 En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor...
Este es el amor por el cual debemos esforzarnos para que
fluya a través de nosotros hacia con los nuestros, un amor ágape, un amor
perfecto. A continuación estudiaremos el amor Ágape:
Sabiendo esto, en los siguientes versículos nos
encontramos cosas que hay que buscar hacer para llegar hasta ese tipo de amor:
2Pe 1:5 Por esta razón
también, obrando con toda diligencia, añadan a su fe, virtud, y a la virtud,
conocimiento;
2Pe 1:6 al
conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la
perseverancia, piedad,
2Pe 1:7 a la
piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
Como que hay una ruta trazada en estos versículos que
añadiendo una cosa a otra al final llegamos al amor ágape, que vendría a ser el
perfecto amor.
Conforme estos versículos necesitamos crecer; de la fe
a la virtud, de la virtud al conocimiento,
del conocimiento al dominio propio, del dominio propio a la perseverancia, de
la perseverancia a la piedad, de la piedad a la fraternidad y de esta al amor
perfecto.
DE LA FE
Isa 57:11 ¿De
quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te has acordado de
mí ni te vino al pensamiento?
Sabemos que la fe es la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve, es decir es un fruto que necesitamos dar para
poder creer en las promesas que Dios nos da continuamente a pesar de que lo que
ven nuestros ojos naturales sea contrario a lo que vean los espirituales.
Ejemplo: aquellos que llegan a Cristo con familias echas
pedazos pero que ahora en Cristo tienen la promesa que Dios ha enviado un
espíritu de restauración en los últimos tiempos y que por lo tanto si empiezan
por creerle será el inicio que los lleva a recuperar el amor y a terminar en un
amor perfecto con los suyos.
Rom 1:17 Porque en
el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito:
MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.
Mat 9:2 Y le
trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos,
dijo al paralítico: Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados.
Si en tu familia no eres solamente tú sino varios los que
anhelan ver la restauración de la casa, te puedes poner de acuerdo para que
Dios trabaje con aquel corazón rebelde y si Dios quiere, al ver tu fe puede
obrar en favor de aquel que quizás no camina bien y sanarlo.
Mat 9:27 Cuando salió Jesús, lo siguieron dos ciegos,
diciéndole a gritos: –¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!
Mat 9:28 Al llegar
a la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: –¿Creéis que puedo
hacer esto? Ellos dijeron: –Sí, Señor.
Mat 9:29 Entonces
les tocó los ojos, diciendo: –Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Mat 9:30 Y los
ojos de ellos fueron abiertos...
Como hemos explicado anteriormente, lo primero para poder
recibir un favor de Dios es reconocer nuestra necesidad y entonces Dios
atenderá nuestra petición. Esto dos ciegos (así hay familias que no pueden ver
cómo salir de problemas), lo que primero hicieron fue reconocerse necesitados
luego se pusieron de acuerdo para buscar la ayuda, y luego dejaron entrar a
Jesús a su casa (Palabra que en griego es OIKÍA y también se traduce como
familia), pero lo culminante es que le creyeron que podía sanarlos. Así
necesitamos hacer nosotros con nuestras familias.
Mat 15:22 Entonces
una mujer cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a
decirle: –¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente
atormentada por un demonio.
Mat 15:26
Respondiendo él, dijo: –No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo
a los perros.
Mat 15:27 Ella
dijo: –Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa
de sus amos.
Mat 15:28
Entonces, respondiendo Jesús, dijo: –¡Mujer, grande es tu fe! Hágase
contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Cuando usted lee toda la historia notará que primero
Jesús la ignoró, luego le dijo que no, y por último les dijo perros, más la
madre no se enojó ofendida porque no le habían atendido a su hija sino al
contrario, RECONOCIENDO QUE ESTABA ENDEMONIADA perseveró hasta lograr el favor
de Dios, PORQUE TUVO FE.
Hay algunos padres de familia que se ofenden cuando se
les dice claro los problemas de sus hijos y en lugar de permanecer buscando en
fe, se enojan y se van. Eso no es demostrar el amor que les tienen a sus hijos
sino el orgullo que les sobra.
Mat 21:21
Respondiendo Jesús, les dijo: –De cierto os digo que si tenéis fe y no
dudáis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte le decís:
“¡Quítate y arrójate al mar!”, será hecho.
Mat 21:22 Y todo
lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Para culminar en el perfecto amor, se necesita permanecer
en fe y a través de la oración perseverar hasta ver la respuesta de Dios.
Siguiente paso:
A LA FE
VIRTUD
La palabra virtud a la cual hacemos referencia del
versículo base de 2 Pe 1:5 viene del griego aréte que también significa hombría
(valor), excelencia, varón (como más fuerte para levantar).
Esto significa que no solo se trata de creer sino de
actuar, de ser valientes y tener coraje para que aunque parezca muy largo el
recorrido para llegar a la meta, por algo hay que empezar.
Vimos que también se traduce como excelencia, de esto
dice la Biblia:
1Cr 22:5 David se
decía: «Salomón, mi hijo, es muchacho y de tierna edad, y la Casa que se ha de
edificar a Jehová ha de ser magnífica por su excelencia, para renombre y honra
suya en todas las tierras; ahora, pues, yo haré los preparativos necesarios». E
hizo David grandes preparativos antes de su muerte.
Sabemos que la familia al final el propósito es que sea
la morada para que Dios habite, pero para alcanzarlo hay que edificarla CON
EXCELENCIA, no a medias, no de vez en cuando sino con lo mejor siempre.
DE LA VIRTUD
AL CONOCIMIENTO
La palabra conocimiento que aparece en 2 Pe 2:15 viene
del griego GNOSIS y también se interpreta como conocer, notar, sentir,
entender, comprender.