24 de enero de
2013 año de la Prosperidad
Introducción
Cuando vemos el
libro del Cantar de los cantares, considerando desde un punto de vista familiar
y la relación entre esposos que se describe en este bello poema, entendemos que
cuando se habla de huerto figuradamente se está hablando del hogar, ejemplo:
Cnt 5:1 EL ESPOSO: He entrado en
mi huerto, hermana mía, esposa mía; he recogido mi mirra con mi bálsamo. He
comido mi panal y mi miel; he bebido mi vino y mi leche...
Cnt 6:2 LA ESPOSA: Mi amado ha
descendido a su huerto, a las eras de bálsamo, a apacentar su rebaño en los
huertos y recoger lirios.
El invita a su
amada a que habiten en un huerto, en su hogar donde hay miel, bálsamo, vino y
leche. Pero ella también le invita a que en su hogar encuentre bálsamo y que
apaciente a su rebaño, en figura su familia. Sabiendo esto veamos algunos
huertos para que nuestros hogares sean trabajados como Dios dijo que deben
serlo:
Gen 2:5 Y aún no había ningún arbusto del campo en la
tierra, ni había aún brotado ninguna planta del campo, porque el SEÑOR Dios no
había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre para labrar la tierra.
Gén 2:6 Pero se levantaba de la tierra un vapor que
regaba toda la superficie del suelo.
Gén 2:8 Y plantó el SEÑOR Dios un huerto hacia el
oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado.
Gén 2:9 Y el SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo
árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto,
el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Cuando ya hay
huerto es porque hay un hogar en donde Dios quiere que haya fruto, pero para
que sea esto ES NECESARIO QUE SE LLENE DE LA PRESENCIA DE Dios, que sea regada
la tierra significa que Dios visite a esa familia:
Psa 65:9 Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia, en gran
manera la enriqueces; el río de Dios rebosa de agua; tú les preparas su grano,
porque así preparas la tierra.
Psa 65:9 Visitas
la tierra y la riegas; en gran manera
la enriqueces. El río de Dios está lleno de aguas. Produces los
trigales, porque así lo has preparado.
Cuando Dios
visita la tierra hay lluvia, y cuando esto sucede, cuando hay visitación de
Dios hay prosperidad. Nuestras familias deben ser huertos regados por la
presencia de Dios. Si la presencia del Espíritu Santo abunda tanto que se
convierte en un aguacero para luego convertirse en el río de Dios, eso hace que
tu familia sea bendecida con trigo, es decir que tengas sustento para largos
días.
Sal 65:10 Riegas sus surcos abundantemente, allanas sus
camellones, la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
La tierra del
huerto somos nosotros, que necesitamos ser ablandados y allanados para que
podamos dar un buen fruto y sean bendecidos nuestros renuevos.
Volvamos al
libro de Génesis:
Gén 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso
en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara.
Labrar del
hebreo abád que también significa honrar, sujetar, servir. La atmósfera ideal en
un hogar se alcanza cuando se cuida la honra, cuando empezando por el hombre y
continuando los demás no deshonramos nuestras casas. Además de esto es
responsabilidad del hombre enseñar a su familia la sujeción en el hogar. Por
otro lado, para que el clima del mismo sea agradable debe haber una actitud de
servicio por parte de todos.
Cnt 4:16 LA ESPOSA: Despierta, viento del
norte, y ven, viento del sur; haced que mi huerto exhale fragancia, que se
esparzan sus aromas. Entre mi amado en su huerto y coma sus mejores frutas.
En el hogar
especialmente la esposa debe cuidar que este exhale agradables aromas, veamos
algunos:
Cnt 1:12 LA ESPOSA Mientras el rey está en su
reclinatorio, mi nardo esparce su fragancia.
El nardo era una
planta de donde se confeccionaba un perfume muy apreciado y de mucho valor. Esto
significa que en nuestros huertos, la mujer debe esforzarse porque haya un
clima agradable, que muchas veces requerirá sacrificios para poder alcanzarlo.
Cnt 2:13 “La higuera ha madurado sus higos, y las
vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y
ven conmigo.”
Otro aroma
agradable en el hogar debe ser el olor del gozo, de la alegría, el cual todos
debemos procurar darlo.
Cnt 4:10 ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía,
esposa mía! ¡Cuánto mejores tus amores que el vino, y la fragancia de tus
ungüentos que todos los bálsamos!
Una de las
funciones de un ungüento es que sirve como anestésico en una herida o dolor. Un
hogar en donde se siente la comprensión, es un lugar donde habrá fragancia de
bálsamo.
Cnt 4:11 ¡Esposa mía! Tus labios, como un panal,
destilan miel; miel y leche hay debajo de tu lengua, y el aroma de tus vestidos
es como la fragancia del Líbano.
El aroma que se
expele cuando hay cobertura, cuando hay reconocimiento de autoridad es algo de
gran precio y gran estima.
Cnt 7:13 Las mandrágoras exhalan su aroma, y a
nuestras puertas hay toda suerte de deliciosas frutas, frescas y secas, que
para ti, amado mío, he guardado.
A las
mandrágoras se le atribuyen poderes afrodisiacos o para posibilitar la
concepción. Esto significa que entre los esposos debe haber siempre el cuidado
de prepararse el uno al otro para encontrar en santidad el deleite como pareja.
Cnt 6:2 LA
ESPOSA: Mi amado ha descendido a su huerto, a las eras de bálsamo, a apacentar
su rebaño en los huertos y recoger lirios.
Ella y sus hijos
esperan que el esposo les dedique tiempo para ser apacentados. Esta palabra
apacentar desde el hebreo raá que también se traduce como cuidar un rebaño,
pastar, gobernar, sustentar. La responsabilidad primera del sostenimiento del
hogar es del esposo:
1Ti 5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y
mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
La esposa debe
bendecir al varón en su hogar:
Jua 12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de
nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus
cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
Recordemos que
en el huerto debe haber perfume de nardo y uno de sus usos es para ungir los
pies, para habilitarlos con pensamientos de bendición (figura de los cabellos).
Isa 61:11 Porque como la tierra produce su renuevo y
como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová, el Señor, hará brotar justicia
y alabanza delante de todas las naciones».
De la tierra
debe brotar justicia y del huerto alabanza. Como vimos al principio la tierra
somos nosotros el huerto nuestro hogar. Cada uno de nosotros debemos
esforzarnos por ser justos y esa forma correcta de vida es necesario que sea
alabada.
Jer 31:12 Vendrán con gritos de gozo a lo alto de Sión y
correrán a los bienes de Jehová: al pan, al vino, al aceite y al ganado de
ovejas y de vacas. Su vida será como un huerto de riego y nunca más tendrán
dolor alguno.
Cuando nos
esforzamos porque toda nuestra familia venga a Sión (la iglesia), a buscar
provisión, entonces tendremos huertos fértiles sin dolor alguno.
Pastor Luis del Cid
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