EL MISTERIO DE LA TRANSFORMACIÓN


Pastor Luis del Cid
12 de marzo de 2,013 año de la Prosperidad

Introducción
La palabra de Dios nos muestra que de parte de Dios hay secretos y misterios, dice la Biblia:

Deu 29:29  »Las cosas secretas pertenecen a Jehová, nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta Ley.

Esas cosas reveladas son llamadas misterios, las cuales Dios quiere revelar a nosotros sus discípulos:

Mat 13:10  Entonces, acercándose los discípulos, le preguntaron: –¿Por qué les hablas por parábolas?
Mat 13:11  Él, respondiendo, les dijo: –Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado,

De allí que un misterio es algo que Dios tiene escondido pero que nos deja, guiados por el Espíritu Santo, que lo descubramos.
Debido a esto hoy estudiaremos el misterio de la transformación:

1Co 15:51  Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados,
1Co 15:52  en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados,
1Co 15:53  pues es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad.

Si bien es cierto estos versículos en gran manera se refieren al momento del levantamiento y la transformación de la iglesia novia en los aires, vemos que en cierta forma la transformación es en dos etapas, la primera que se describe en el versículo 51 en un momento, en un abrir y cerrar los ojos y la segunda a la final trompeta cuando nuestro cuerpo sea transformado dejando de tener corrupción y se vista de incorrupción.
En este misterio, de la transformación entendemos que vamos siendo transformados de adentro (iniciando en nuestro espíritu al aceptar a Cristo, pues Él hizo esa transformación), pasando por nuestra alma (esto es mientras estemos en esta dimensión y nos dejemos trabajar por el Espíritu Santo, quien es el que lo hace) hasta que llegue el cambio al cuerpo (en los aires, lo cual lo culminará el Padre).
En este tema trataremos principalmente la transformación en el abrir y cerrar los ojos.

PSH 1Co 15:52  en un instante, como un abrir y cerrar de ojos…

¿Qué significa abrir y cerrar los ojos? Veamos:
Hch 9:8  Entonces Saulo se levantó del suelo, y abriendo los ojos no veía a nadie. Así que, llevándolo de la mano, lo metieron en Damasco,

Notemos que si los abrió fue porque primero los cerró, veamos porque:
Hch 9:1  Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al Sumo sacerdote
Hch 9:2  y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallaba algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajera presos a Jerusalén.
Hch 9:3  Pero, yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente lo rodeó un resplandor de luz del cielo;
Hch 9:4  y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: –Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Este abrir de ojos es cuando te encuentras con la luz de Cristo, que te hace detenerte en tu camino de RELIGIOSIDAD, donde aún fue toda tu vida que anduviste pensando que lo que hacías era bueno y agradable a Dios pero resulta que andabas con ojos cegados y que solo se pueden iluminar cuando te encuentras con Cristo.Sigamos leyendo:

Hch 9:5  Él dijo: – ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: –Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Hch 9:6  Él, temblando y temeroso, dijo: –Señor, ¿qué quieres que yo haga? El Señor le dijo: –Levántate y entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que debes hacer.
Hch 9:7  Los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, porque, a la verdad, oían la voz, pero no veían a nadie.
Hch 9:8  Entonces Saulo se levantó del suelo, y abriendo los ojos no veía a nadie. Así que, llevándolo de la mano, lo metieron en Damasco
Hch9:9  donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Se encontró con la luz de Cristo que le mostró que antes estaba ciego y ahor, aunque ya se había dado cuenta que ante no miraba ahora tampoco, pero note, para poder ver "tenía que ser llevado de la mano".

Hch 9:10  Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: –Ananías. Él respondió: –Heme aquí, Señor.
Hch 9:11  El Señor le dijo: –Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso, porque él ora,
Hch 9:12  y ha visto en visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.

Este abrir y cerrar de ojos significa que al tener el encuentro con Cristo nos dejemos guiar para que a través de la ministración de los siervos seamos transformados. Pablo tuvo una transformación de hecho aquí aún se le llamaba Saulo pero en breve lo cambiaran a Pablo.

Hch 9:17  Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
–Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Hch 9:18  Al instante cayeron de sus ojos como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado;

Primero se encontró con Cristo, luego se dejó guiar de la mano, después por un discípulo para que entonces en un abrir y cerrar de ojos recobrara la vista.

Hch 9:27  Entonces Bernabé, tomándolo, lo trajo a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.
Hch 9:28  Y estaba con ellos en Jerusalén; entraba y salía,

Se dejó guiar y así hasta que fue totalmente transformado para después ser levantado e irse con el Señor.

2Re 6:15  El criado que servía al varón de Dios se levantó de mañana y salió. Al ver que el ejército tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros, dijo a Eliseo: –¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?
2Re 6:16  Eliseo respondió: –No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
2Re 6:17  Y oró Eliseo, diciendo: «Te ruego, Jehová, que abras sus ojos para que vea». Jehová abrió entonces los ojos del criado, y este vio que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

Este abrir los ojos significa que ahora ya no debemos andar temerosos por nuestros adversarios, sino que comprendamos que si somos temerosos de Dios hay un ángel que acampa al rededor nuestro y si aún hace falta Dios envía más de su ejército para defendernos. Creer esto implica que haya en nuestra vida una transformación.

2Re 6:18  Cuando los sirios descendían hacia él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: «Te ruego que hieras con ceguera a esta gente». Y Jehová los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo.
2Re 6:19  Después les dijo Eliseo: «No es este el camino ni es esta la ciudad; seguidme y yo os guiaré al hombre que buscáis». Y los guió a Samaria.
2Re 6:20  Cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: «Jehová, abre los ojos de estos para que vean». Jehová les abrió los ojos y vieron que se hallaban en medio de Samaria.
2Re 6:21  Al verlos el rey de Israel, le preguntó a Eliseo: –¿Los mataré, padre mío?
2Re 6:22  Él le respondió: –No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Sírveles pan y agua; que coman y beban, y que vuelvan a sus señores.
2Re 6:23  Entonces se les preparó una gran comida. Cuando hubieron comido y bebido, los despidió, y ellos volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.

Esta es otra transformación, cuando Dios te trajo a tierra de Israel y antes eras de los que buscaban pelea pero ahora, si ya te abrieron los ojos debes convertirte en gente de paz. Por eso dice la Biblia:

Mat 5:9  Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.

Sal 119:18  Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley.
Sal 119:19  Forastero soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos.

Esta transformación es cuando comprendes lo maravilloso que encierra la Palabra de Dios porque comprendiste que eres forastero, es decir que vas de paso en esta tierra y que por eso necesitas aprender a vivir como manda la Palabra.

Sal 119:22  Aparta de mí la deshonra y el menosprecio, porque he guardado tus testimonios.

Cuando vivimos conforme al testimonio de la Palabra de Dios nuestra vida cambia porque pudimos darnos cuenta cómo estábamos antes y cómo es vivir correctamente ante Dios.
Sal 146:8  Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.

Que esta sea nuestra oración para que en el abrir y cerrar de nuestros ojos vayamos siendo transformados.
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