LA BENDICIÓN DE LA ALEGRÍA


Pastor Luis del Cid
14 de abril de 2,013 año de la Prosperidad

Introducción
Definitivamente en el reino de Dios hay muchas bendiciones que a veces escuchamos que existen pero al no poner suficiente atención y por lo tanto no comprenderlas bien, dejamos de activar nuestra fe, lo que va en detrimento de recibir nuestras bendiciones.

Rom 14:17  porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Fíjese la descripción del reino, del lugar y-o estado donde Dios reina: se compone de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. La palabra gozo en griego es jará y también se traduce como alegría. Generalmente los cristianos entendemos por gozo una unción que ministra alegría permanente y que da fuerza. La alegría la tenemos como un sentimiento no necesariamente originado en el Espíritu sino en otras cosas que bien pueden ser terrenales.
En el presente tema enfocaremos especialmente la importancia de estar alegres considerándolo como una bendición espiritual que se recibe al vivir en el reino de Dios.

Científicamente se ha comprobado incluso que el reírse es beneficioso para la salud, por ejemplo: Un estudio demostró que algunos indicadores relacionados con el estrés disminuyen durante los episodios de risa, se concluyó que produce efectos similares al ejercicio físico moderado.

•     La risa disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
•     La risa favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales.
•     La risa contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
•     La risa también ayuda a reducir la glucosa en sangre.
•     La risa nos libera del temor y de la angustia.

Estos son solo algunos beneficios de estar alegres pero si Dios dice que su reino consiste en gozo (que ya vimos que también incluye la alegría), va más allá de algo placentero, es realmente de vital importancia el que podamos disfrutar alegremente la vida.

¿Cómo obtener alegría?
1Sa 10:24  Samuel dijo a todo el pueblo: –¿Habéis visto al elegido de Jehová? No hay nadie como él en todo el pueblo. Entonces el pueblo gritó con alegría: –¡Viva el rey!
1Sa 10:25  Samuel expuso luego al pueblo las leyes del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová.

Cuando hay reino (de echo por eso el reino de Dios es gozo), cuando reconocemos señorío sobre nuestras vidas "hay alegría". Que tú te sometas bajo una autoridad será fuente de alegría si has comprendido los beneficios que trae estar bajo cobertura.

1Sa 18:6  Aconteció que cuando volvían, después de haber matado David al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel a recibir al rey Saúl cantando y danzando con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.

Cuando matas al filisteo (en figura el diablo), cuando destruyes ese espíritu inmundo que te lleva a vivir esclavizado, cuando sacas de tu vida aquello que es enemigo de la vida del pueblo de Dios te vendrá alegría.

2Sa 6:12  Cuando se le avisó al rey David: «Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene a causa del Arca de Dios», fue David y trasladó con alegría el Arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

Buscar la presencia de Dios y llevarla para tu casa, es decir que sea algo permanente en donde tu mores es motivo para que te venga la alegría del reino de Dios.

Sal 21:6  Lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu presencia.

1Cr 29:16  Jehová, Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar Casa a tu santo nombre, de tu mano procede y todo es tuyo.
1Cr 29:17  Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.

Cuando el pueblo de Dios comprende que todo lo que tenemos por la gracia de Dios lo recibimos y entonces ya no cuesta que demos para la edificación de la casa de Dios "viene alegría", dar con entendimiento que si damos es porque primero recibimos trae como consecuencia alegría:

2Co 9:7  Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre.

2Cr 30:22  Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que habían mostrado buena disposición en el servicio de Jehová. Comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová, el Dios de sus padres.
2Cr 30:23  Y toda aquella asamblea determinó que celebraran la fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días con alegría.

Cuando los levitas (figurando a los sacerdotes que están al frente del pueblo) sirven con disposición a Jehová y se le da gracias a Dios haciéndole fiesta, "viene de parte de Dios una ministración de alegría sobre nosotros". Servir a Dios trae alegría:

Esd 3:12  Muchos de los sacerdotes, levitas y jefes de familia, ancianos que habían visto la primera casa, al ver como echaban los cimientos de esta casa, lloraban en alta voz, mientras otros muchos daban grandes gritos de alegría.

Ver la edificación de la casa de Dios con el entendimiento que a El honramos y que somos nosotros mismos los que seremos beneficiados, es puerta para que venga alegría.

Neh 8:12  Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, a obsequiar porciones y a gozar de gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

Cuando se entiende la Palabra de Dios viene alegría al corazón del hombre.

Sal 42:1  Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía.
Sal 42:2  Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?

Aquí el salmista está abatido, se siente seco porque ya su relación con Dios no era lo que antes fue, pero guiado por el Espíritu, cuando hace la pregunta de ¿Cuándo vendrá y estará nuevamente ante la presencia de Dios?, la respuesta el Señor se la da:

Sal 42:4  Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí, de cómo yo iba con la multitud y la conducía hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

Cuando asumes tu posición dentro del pueblo de Dios y vas con tus hermanos a la casa de Dios, entonces viene alegría sobre tu vida porque fluyes en aquello para lo cual Dios te hizo.

Sal 122:1  Yo me alegré con los que me decían: «¡A la casa de Jehová iremos!».

Que tu andes con los que buscan a Dios, te traerá alegría duradera, no como la gente del mundo que anda en el pecado y su alegría es solamente pasajera.

Sal 119:32  Me apresuro a cumplir tus mandamientos porque llenas de alegría mi corazón.

Vivir conforme a los mandamientos de Dios, trae alegría al corazón, mientras que vivir conforme a lo que enseña el mundo al final lo que conlleva es solo tristeza y destrucción.

Sal 126:1  Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sión, fuimos como los que sueñan.
Sal 126:2  Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: «¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!».
Sal 126:3  ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros! ¡Estamos alegres!

El inicio del camino que te lleva hacia la alegría es que busque la libertad verdadera en Cristo Jesús, eso te llevará a soñar con cosas que tal vez en aquel momento no son posibles pero sentirás la alegría de ser libre y luego si crees que Dios hará grandes cosas por ti, lo verás manifiesto y por tanto permanentemente estarás alegre.
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