Guatemala 17 de febrero de 2,015
año del Reinicio
Pastor Luis del Cid
Introducción
En base a la Palabra de Dios
hemos sido enseñados que muy probablemente los dos testigos que vendrán antes
de la manifestación en público del Señor Jesucristo son el Profeta Elías y el
Apóstol Juan. Recordemos algunos
textos:
Apo 11:3 Y otorgaré autoridad a mis dos testigos, y
ellos profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Apo 11:4 Estos son los dos olivos y los dos candeleros
que están delante del Señor de la tierra.
Apo 11:14 El segundo ¡ay! ha pasado; he aquí, el tercer
¡ay! viene pronto.
Según se describe en el capítulo
once estos personajes profetizarán 1260 días, luego los matarán, Dios los
resucitará y entonces habrá pasado el segundo ¡Ay!, lo que nos muestra que su
aparición será al principio de la semana tribulacionaria llamada también la
semana 70 de Daniel o el día de Jehová grande y terrible (Ver gráfica).
Como se nos ha enseñado el olivo
representa al Pueblo de Israel, por lo que creemos que estos dos serán dos
israelitas, los cuales por los siguientes versículos vemos que son Elías y
Juan.
El Profeta Elías:
Mal 4:5 He aquí, yo os envío al profeta Elías antes
que venga el día del SEÑOR, día grande y terrible.
El día del Señor grande y
terrible es la semana tribulacionaria de 7 años.
El Apóstol Juan:
Apo 10:4 Después que los siete truenos hablaron, iba
yo a escribir, cuando oí una voz del cielo que decía: Sella las cosas que los
siete truenos han dicho y no las escribas.
Apo 10:11 Él me dijo: «Es necesario que profetices otra
vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes».
Esto aún no ha acontecido pero si
está escrito se tiene que cumplir porque ni una jota ni una tilde quedarán sin
que se cumplan.
Jua 21:22 Jesús le dijo: –Si quiero que él quede hasta
que yo vuelva, ¿qué a ti? Sígueme tú.
Jua 21:23 Se extendió entonces entre los hermanos el
rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría,
sino: «Si quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti?».
Jua 21:24 Este es el discípulo que da testimonio de
estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.
Esto es verdadero y el Señor no
le dijo que no moriría, sino prácticamente que moriría hasta que El volviera
que es su segunda venida.
Ahora bien la segunda venida se
compone de dos partes: la venida en secreto y la venida en público.
De la venida en secreto, si me
permite usar los siguientes términos, será la venida que vean los espirituales,
aquellos que vean al Señor no en la tierra sino en las nubes (la iglesia novia).
La venida en público será la que
vean los carnales, así sean cristianos que se quedaron a la gran tribulación o
inconversos.
Pero si la segunda venida se
manifestará en dos partes, podríamos definirlas como:
1ª. Parte) la venida en lo
espiritual.
2ª. Parte) la venida material.
Así también será la manifestación
de los dos testigos:
1ª. Parte espiritual, es el mover
de su unción.
2ª. Parte material, es su
materialización.
Aunque ambas cosas nos interesa
conocerlas, lo que más debemos buscar es la manifestación de la unción porque
si la recibimos en nuestras vidas, también seremos de los que vean al Señor en
secreto, en su venida espiritual. Pongámosle pie de imprenta:
(BLA 1995) Zac 11:7 Entonces me hice pastor de las
ovejas a las que mataban los comerciantes de ganado. Me conseguí un par de
bastones de ganado: a uno le puse el nombre de Bondad y al otro de Unión.
Y desde entonces me hice cargo de las ovejas.
(BJ2) Zac 11:7 Apacenté, pues,
las ovejas de matadero destinadas a los tratantes de ovejas, y me procuré dos
cayados: a uno lo llamé «Gracia» y al otro «Vínculo». Me puse a
apacentar las ovejas,
Según Hechos 13:24 la bondad te
guía al arrepentimiento que es la unción de Elías:
RV 1995
Hch 13:24 Antes de su venida, predicó Juan el bautismo
de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.
LBLA
Rom 2:4 ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad,
tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
Según Colosenses 3:14 el vínculo
de la unidad es el amor, que es la unción de Juan el Apóstol:
Col
3:14 Y sobre todas estas cosas, vestíos de
amor, que es el vínculo de la unidad.
Las unciones de arrepentimiento y
amor son antes de la tribulación, de hecho después dice cuando los callados
(ministros) son quebrados (muertos):
Zac 11:10 En seguida tomé el bastón llamado Bondad y lo
rompí...
Zac 11:14 A continuación, rompí mi otro bastón llamado
Unión...
Después de esto empieza la
tribulación:
Zac 12:2 He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de
vértigo para todos los pueblos de alrededor, y cuando haya asedio contra Jerusalén,
también lo habrá contra Judá.
Zac 12:3... Y contra ella se
congregarán todas las naciones de la tierra.
Luego al final de la semana
setenta se aparecerá el Señor y entonces Israel se dará cuenta que Jesús es el
Mesías:
Zac 12:10 ... y me mirarán a mí,
a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un
hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.
El punto es que antes que pase
esto en la gran tribulación Dios envía la unción de los dos testigos:
El profeta Elías es el cayado de
la bondad de Dios que guía al arrepentimiento.
El Apóstol Juan es el cayado del
amor que guía a la unidad.
La unción de Elías que es la
bondad de Dios que guía al arrepentimiento:
Luc 1:17 E irá delante de él con el espíritu y el
poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y
de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto.
b) El amor de Dios que restaura
vidas.
1Jn 3:1 Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos...
1Jn 2:1 Hijitos míos, os escribo estas cosas para que
no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo
el justo.
2Jn 1:5 Y ahora te ruego, señora, no como
escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el
principio, que nos amemos unos a otros.
Hay familias que a pesar de que
son cristianas sienten que ya no pueden ser restauradas, hay esposos cristianos
que están a punto de divorciarse porque dicen que ya no se aman. Hay papás
cristianos que sienten que ya no pueden más con sus hijos porque se han
descarriado demasiado, es necesario que creas y recibas la unción de los dos
testigos: la de la bondad de Dios que guía al arrepentimiento y del amor que te
da la capacidad de seguir amando.
Ahora veamos algunos casos de
familias en la Biblia que parecían imposibles de resolver pero que Dios les envió
las dos unciones para que fueran restaurados:
Jos 2:1 Y Josué, hijo de Nun, envió secretamente
desde Sitim a dos espías, diciendo: Id, reconoced la tierra, especialmente
Jericó. Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab,
y allí se hospedaron.
Dios no tiene problema enviar a
la casa de una familia que tiene serios problemas a dos de sus espías
(espíritus) si aquella familia está dispuesta a recibirlos.
La palabra ramera desde el hebreo
es zaná y también se traduce como cometer adulterio, solo solamente como una
fornicación, infiel.
Jos 2:3 Entonces el rey de Jericó mandó a decir a
Rahab: "Haz que salgan esos hombres que se han alojado en tu casa, pues
han venido para informarse de nuestro territorio".
El rey de Jericó es una potestad
que se instala en hogares donde se dejó entrar la infidelidad y que cuando
vienen las unciones de arrepentimiento y amor quiere desalojarlos.
Jos 2:6 En realidad, ella los había llevado al techo
de la casa, y los había escondido en unos bultos de lino que tenía allí.
Primero los dejó entrar en su
casa después los puso como su cobertura, es decir se sometió bajo aquellas
unciones.
Jos 2:7 ... y tan pronto como los
que los perseguían habían salido, fue cerrada la puerta.
Luego echó fuera a todo emisario
del rey de Jericó (ciudad de pecado) y cerró la puerta, es decir ella dijo
"nunca más entre en mi casa la vida de pecado".
Jos 2:12 Ahora pues, juradme por el SEÑOR, ya que os
he tratado con bondad, que vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre,
y dadme una promesa segura,
Jos 2:13 que dejaréis vivir a mi padre y a mi madre, a
mis hermanos y a mis hermanas, con todos los suyos, y que libraréis nuestras
vidas de la muerte.
Aquí ella se arrepintió, pues
dice que "los trató con bondad", esta es la unción de Elías y luego
rogó por aquellos que no vivían en su casa pues en el versículo 12 dice
"la casa de mi padre".
Es muy probable que ni sus padres
ni sus hermanos querían saber nada de ella y con razón, porque los había
deshonrado pero cuando se arrepintió no solo pidió por ella sino por toda su
familia y esa era la condicionante para que Dios los salvara:
Jos 2:17 Y los hombres le dijeron: Nosotros quedaremos
libres de este juramento que nos has hecho jurarte,
Jos 2:18 a menos que, cuando entremos en la tierra,
ates este cordón de hilo escarlata a la ventana por la cual nos dejas bajar, y
reúnas contigo en la casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la
casa de tu padre.
Jos 2:19 Y sucederá que cualquiera que salga de las
puertas de tu casa a la calle, su sangre caerá sobre su propia cabeza, y
quedaremos libres. Pero la sangre de cualquiera que esté en la casa contigo
caerá sobre nuestra cabeza si alguien pone su mano sobre él.
Esto es lo que está pasando hoy,
Dios está dando oportunidad, Dios está dando un reinicio a familias que estaban
divididas pero que el Señor les da la
unción de Elías y la unción de Juan para que sean restaurados.
Si el tiempo de reinicio no se
aprovecha, viene cosas terribles sobre aquellos que se salgan de la
restauración familiar, así como dice que actuarán físicamente los testigos en
la gran tribulación profetizando juicios sobre la tierra.
Concluyo con esto:
Heb 11:31 Por la fe Rahab la ramera no pereció
juntamente con los desobedientes, porque recibió a los espías en paz.
Lo primero es que le pongas fe y
creas que Dios está derramando estas dos unciones para restaurar tu casa.
Stg 2:25 Asimismo, Rahab, la ramera, ¿no fue acaso
justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro
camino?
Stg 2:26 Así como el cuerpo sin espíritu está muerto,
también la fe sin obras está muerta.
Si ya te llenaste de la unción de
restauración ahora ponla por obra, como Rahab que se puso a cuentas con sus
padres y sus hermanos y por eso todos fueron rescatados de la destrucción.
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