Introducción
Según hemos aprendido en la Palabra de Dios, lo
que le pasó al Israel nacional es una sombra o figura para nosotros quienes
heredamos la salvación, de allí que en el presente tema partiremos de un
acontecimiento del Antiguo Testamento para que por el Espíritu comprendamos lo
que debemos hacer nosotros hoy:
2Cr 29:10
Ahora he decidido en mi corazón hacer un pacto con el SEÑOR, Dios
de Israel, para que el ardor de su ira se aparte de nosotros.
2Cr 29:11 Hijos míos, no seáis ahora
negligentes, porque el SEÑOR os ha escogido a fin de que estéis delante de El,
para servirle y para ser sus ministros y quemar incienso.
Aquí vemos a un rey al frente del pueblo de
Dios que habían ofendido al Señor pero que fue motivado en su corazón a buscar
hacer lo correcto delante de Dios, servirle como sus ministros y quemar
incienso. Nosotros hoy sabemos que hemos sido constituidos en reyes y
sacerdotes por la sangre de Cristo y que nuestras oraciones ahora son el
incienso:
Apo 1:5
y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el
soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros
pecados con su sangre
Apo 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos.
Amén.
Apo 5:8 ...Todos tenían arpas y copas de
oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Volvamos al libro de Crónicas:
2Cr 29:15
Estos reunieron a sus hermanos, se santificaron y entraron, conforme al
mandamiento del rey y las palabras de Jehová, para limpiar la casa de Jehová.
2Cr 29:16 Después entraron los sacerdotes
dentro de la casa de Jehová para limpiarla. Sacaron toda la impureza que
hallaron en el templo de Jehová al atrio de la casa de Jehová; y de allí los
levitas la llevaron fuera al torrente Cedrón.
Hoy la casa o templo del Señor somos nosotros
los hijos de Dios y los levitas figuran a los ministros que nos ayudan, como en
este caso para buscar la limpieza y purificación:
1Co 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo
es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido
de Dios, y que no sois vuestros?,
1Co 6:20
pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
De allí que procuraremos limpiar nuestro
templo.
En la Biblia vemos que hay un enlace entre la
oración y el ayuno cuando se trata de buscar el rostro del Señor:
Dan 9:3 Volví mi rostro a Dios, el
Señor, buscándolo en oración y ruego, en ayuno, ropas ásperas y ceniza.
Vea que claramente dice que la intención era la
de buscar la presencia de Dios en oración y ruego pero aunado a esto el ayuno,
la incomodidad (eso figura la ropa áspera) y la humillación (eso figura la
ceniza).
Esto nos muestra que el ayuno es solamente como
una herramienta para sensibilizarnos más al ámbito espiritual, como hoy en el
Nuevo Pacto debemos comprenderlo.
Mar 2:18 Los discípulos de Juan y los
fariseos estaban ayunando; y vinieron y le dijeron: ¿Por qué ayunan los
discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no
ayunan?
Mar 2:19
Y Jesús les dijo: ¿Acaso pueden ayunar los acompañantes del novio
mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden
ayunar.
Mar 2:20
Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán
en aquel día.
En estos versículos nos damos cuenta que cuando
hay fiesta, cuando hay alegría no es momento de ayunar, sino que, en otras
palabras cuando hay angustia, cuando hay necesidad de ser restaurados, no para
hacer un trueque sino para buscar la presencia de Dios que cambia una vida, por
eso después les dijo:
Mar 2:21
Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque
entonces el remiendo al encogerse tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se
produce una rotura peor.
Mar 2:22
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá
el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa
vino nuevo en odres nuevos.
En otras palabras, ayunar como lo hacían a la
manera antigüa, para querer ser vistos por los hombres o para pretender hacer
un trueque con Dios, no es lo correcto. Es para buscar el vino nuevo, la revelación
nueva, el gozo nuevo y no como terminaron haciéndolo en la antigüedad:
Isa 58:3 Dicen: “¿Por qué hemos
ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no
haces caso?” He aquí, en el día de vuestro ayuno buscáis vuestra
conveniencia y oprimís a todos vuestros trabajadores.
Isa 58:4
He aquí, ayunáis para contiendas y riñas, y para herir con un puño
malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz.
Isa 58:5
¿Es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es
acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en
cilicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día acepto al SEÑOR?
Dentro de los propósitos están:
Isa 58:6 ¿No es éste el ayuno que yo
escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar
ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo?
Entonces es para romper ataduras y buscar nuestra
libertad espiritual.
Joe 2:12 Aun ahora—declara el SEÑOR—
volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento.
Joe 2:13
Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al SEÑOR
vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante
en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal.
Es para volverse a Dios, "de
corazón", no por aguantar hambre sino por la necesidad de buscar su perdón
y presencia.
Hch 2:14
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les
declaró...
Hch 2:16
sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel...
Vemos que en el libro de Joel se describe lo
que en los últimos días acontecería en la Iglesia del Señor pero cuando leemos
el libro de Joel resulta que en los últimos días la iglesia será invitada por
el Señor para buscarlo en oración y ayuno:
Joe 2:15
Tocad trompeta en Sion, promulgad ayuno, convocad asamblea,
Joe 2:16
reunid al pueblo, santificad la asamblea, congregad a los ancianos,
reunid a los pequeños y a los niños de pecho. Salga el novio de su aposento y
la novia de su alcoba.
Vemos que la iglesia necesita salir de su
acomodamiento e invitar al novio que venga a tener intimidad con ella.
Joe 2:17
Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR,
y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio,
a la burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: “Dónde
está su Dios”?
Joe 2:19
El SEÑOR responderá, y dirá a su pueblo: He aquí, yo os enviaré grano,
mosto y aceite, y os saciaréis de ello, y nunca más os entregaré al oprobio
entre las naciones.
Y entonces si El quiere, por su misericordia
recibiremos las más hermosas y grandes bendiciones: Palabra, gozo y fuerza para
saciarnos y ser protegidos contra nuestros enemigos.
Pastor Luis del Cid
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