LA ALEGRÍA EN EL HOGAR (familiar)


Pastor Luis del Cid. 3 de marzo de 2,012 año de la Libertad

Introducción
Una de las bendiciones más importantes que Dios da a sus hijos, es el poder habitar alegres. Esto no solamente por lo placentero que resulta a cualquier ser humano, sino porque cuando hay alegría también hay fuerza.

Pro 17:22  El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos.

Físicamente sabemos que los huesos conforman la estructura sobre la cual se sostiene todo el cuerpo. Cuando los huesos se secan, todo el cuerpo tiene problemas. Espiritualmente hablando significa que cuando no hay alegría el espíritu se debilita y por tanto con facilidad se puede caer.
Tan importante es la alegría en nuestras vidas, que Dios la ofrece como una promesa a aquellos que obedecen su palabra:
Deu 14:22  Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año.
Deu 14:26  Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón desee; allí comerás en presencia del SEÑOR tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa.

Vea la promesa: poder ser sustentados ante la presencia de Dios y ALEGRARNOS CON TODA NUESTRA FAMILIA.

La Biblia nos muestra formas de como llenar de alegrar nuestra familia:
Jue 19:3  Se levantó su marido y fue tras ella para hablarle amorosamente y hacerla volver. Llevaba consigo un criado y un par de asnos. La mujer lo hizo entrar en la casa de su padre.
Jue 19:4  Al verlo, el padre de la joven salió a recibirlo gozoso. Lo detuvo su suegro, el padre de la joven, y se quedó en su casa tres días, comiendo, bebiendo y alojándose allí.
Jue 19:5  Al cuarto día, cuando se levantaron de mañana, se levantó también el levita para irse, pero el padre de la joven dijo a su yerno: –Conforta tu corazón con un bocado de pan y después os iréis.
Jue 19:6  Se sentaron ellos dos juntos, comieron y bebieron. El padre de la joven pidió al hombre: –Te ruego que pases aquí la noche, y de seguro se alegrará tu corazón.

Esta pareja había estado en problemas serios pero ahora buscaban la forma de arreglarse. Si bien es cierto hay que guardar respeto y distancia cuando se ha constituido un matrimonio (es decir hay que soltar a los hijos cuando se casan), nunca se deja de ser padre. Este es un ejemplo de una buena influencia de los suegros sobre aquel matrimonio y además para nuestras familias, cuando la convivencia familiar trae alegría. La versión ORO dice comiendo y bebiendo con él FAMILIARMENTE. Note la actitud de todos:

1.       La mujer buscó la unidad de su esposo con sus padres.
2.       El suegro los recibió CON GOZO.
3.       Ambos se dispusieron a entrar en comunión FAMILIARMENTE, es decir no estaban presentes solo en lo físico sino que integralmente convivieron con sus familiares.

Convivir con tu núcleo familiar pero también con el resto de tu familia trae alegría a tu casa.

BJ3 Sal 133:1 ¡Mira que es bueno y da gusto que los hermanos convivan juntos!
Sal 133:3  Es como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí mandó el SEÑOR la bendición, la vida para siempre.

A Dios le agrada cuando nos ve buscando la unidad familiar y entonces allí, a esas familias es a donde Dios envía de su bendición. ¿Qué más haremos?

Sal 119:32  Me apresuro a cumplir tus mandamientos porque llenas de alegría mi corazón.

Este varón llenó de alegría su corazón PORQUE APRENDIÓ A VIVIR CONFORME A LOS MANDAMIENTOS DE DIOS. Cuando una familia aprende a vivir así, tenga por seguro que llegará la alegría permanente a su casa. Pero vea el proceso:
Sal 119:27  Dame entendimiento para seguir tus preceptos, pues quiero meditar en tus maravillas.
Sal 119:28  Estoy ahogado en lágrimas de dolor; ¡mantenme firme, conforme a tu promesa!
Sal 119:29  Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza.
Sal 119:30  He escogido el camino de la verdad y deseo tus decretos.
Sal 119:31  Señor, me he apegado a tus mandatos; ¡no me llenes de vergüenza!

Me imagino un padre que inició su camino en el Señor y pidió que Dios le enseñara como es, pero luego le vino prueba, más creo que el con su casa no discutían sino unos a otros se apoyaban y decían “ya no vamos a mentir, no vamos a volver atrás, sigamos adelante porque Dios no nos va a dejar avergonzados y por eso el pudo llegar a decir:
Sal 119:32  Me apresuro a cumplir tus mandamientos porque llenas de alegría mi corazón.

Cuando toda la familia se apoya y anima para hacer lo correcto delante de Dios, llega luego el tiempo de la alegría que provee el vivir conforme a la palabra de Dios, por eso en el Salmo 126 el salmista ya no escribe solamente que su corazón está alegre sino el todos los demás:
Sal 126:1  Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos pareció que estábamos soñando.
Sal 126:2  Entonces nuestra boca y nuestros labios se llenaron de risas y gritos de alegría;
entonces los paganos decían:“¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!”
Sal 126:3  Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros, y estábamos alegres.

Familias que aunque al principio del evangelio han padecido pero han sabido perseverar, serán las que pronto podrán decir ¡Si, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros y por eso estamos alegres!

Jer 31:3  Jehová se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo: “Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia.
Jer 31:4  Volveré a edificarte: serás re edificada, virgen de Israel. De nuevo serás adornada con tus panderos y saldrás en alegres danzas.

Familias que quizás se alejaron de Dios, que incluso no conocían el verdadero evangelio y pasaron años en cosas terribles, hay promesa de alegría para su hogar cuando se deja que sea Dios quien edifique sus casas, por eso dice la Biblia:
Sal 127:1  Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.

Ose 9:1  No te alegres, Israel, no saltes de gozo como otros pueblos, pues has fornicado al apartarte de tu Dios.

No hay alegría permanente en una familia cuando no es Dios quien la edifica.
Por eso la instrucción es clara:
1Cr 16:10  »¡Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová!
1Cr 16:11  ¡Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente!

Vea que es una orden de Dios que llegue alegría a aquellas familias que le buscan, pero hay otro nivel más, viene gozo cuando no solo se le busca sino que se permite que sea El quien gobierne la casa (como Rey), es decir cuando se vive conforme al gobierno de Dios.

Sal 149:2  Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Sión se gocen en su Rey.

Cuando no solo se busca a Dios, sino que se deja que sea El, el que gobierne la casa viene alegría.
Siguiente clave:
Sal 2:11  Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor.

Por eso dijo aquel siervo yo y mi casa serviremos a Jehová, en otras palabras para que mi casa esté alegre vamos a servir a Dios.

2Co 9:7  Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.

No veamos en este momento en el aspecto de la ofrenda para Dios (que por supuesto es importante), sino apliquémoslo al dar en la casa.

Cuando cada miembro propone dar algo, compartir de lo que tiene, no con tristeza ni por obligación, entonces vendrá alegría y se manifestará el amor de Dios en medio de todos.

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