Pastor Luis
del Cid. 15 de marzo de 2,012 año de la Libertad
Introducción
A veces nos preguntamos por qué, a pesar de nuestro
esfuerzo y búsqueda de Dios, no logramos ver la victoria sobre aquellas cosas
que son contrarias a nuestras vidas, extrañándonos aun por qué no logramos
vencer con toda nuestra familia.
La Biblia nos da principios para poder hallar la
victoria:
Deu 20:1 "»Cuando vayas a la guerra en contra de
tus enemigos y veas caballos, carros de combate y un ejército más grande que el
tuyo, no les temas, porque el Señor tu Dios que te sacó de Egipto está contigo."
Deu 20:2 "»Antes de que entren en batalla, el
sacerdote deberá adelantarse y hablará con el ejército."
Deu 20:5 »Luego los
oficiales deberán preguntarle al ejército: “¿Hay alguien aquí que haya
construido una casa nueva y no la haya dedicado? Que vuelva a su casa porque
podría morir en batalla y otro dedicaría la casa.
Dios no permite que nos enfrentemos con nuestros
adversarios si primero no nos ocupamos de nuestra casa.
La palabra dedicar aquí, viene del hebreo kjanák
que se traduce como instruir, disciplinar.
Esto quiere decir que una regla para la guerra (y quizás
por eso algunos cristianos no logran ganar sus batallas), es que antes de
pretender vencer luchas externas primero hay que arreglar la casa. Veamos que
significa el instruir y disciplinar.
INSTRUIR
Pro 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando
fuere viejo no se apartará de él.
Lo que primeramente significa es que si por la gracia de
Dios ya tenemos hijos, es nuestra responsabilidad dedicarles tiempo para
enseñarles de la vida.
Esta palabra instruir también se puede traducir como:
estrechar o dedicar.
No basta solamente con darles educación secular (aunque
es un mandato de Dios), sino que hay que estrecharlos, es decir demostrarles
que los amamos, con palabras pero también con gestos y por supuesto con nuestro
tiempo.
Isa
28:26 Porque su Dios lo instruye y le
enseña lo recto:
Isa 28:27 que el eneldo no se trilla con trillo, ni
sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el
eneldo, y el comino con una vara.
Mire el ejemplo que Dios nos da para instruir:
Primero nos enseña que el eneldo se trilla con un palo y
el comino con una vara.
El eneldo: es una planta medicinal utilizada para sacar los gases
del tubo digestivo. ¿Cómo se obtiene el fruto de esta planta? sacudiéndole con
un palo.
Recuerde que estamos en la etapa de instrucción. Esto
quiere decir que a nuestros hijos debemos enseñarles que cuando haya cosas
ocultas (que les estén haciendo mal aunque no se vea a simple vista), será
necesaria la corrección a través de un castigo. No se vale dar el castigo si
antes no se dio una instrucción.
El comino también es una planta medicinal pero también para
condimento. Desde su raíz hebrea significa PRESERVAR. ¿Cómo se obtiene el fruto
del comino? Con una vara.
En necesario instruir a nuestros hijos explicándoles que
para que crezcan bien, para que su vida sea agradable y correcta necesitan
tener autoridad sobre sus vidas. La vara entre varias cosas significa AUTORIDAD
EN LA BIBLIA. Todos la necesitamos, una persona que no reconoce a una autoridad
sobre su vida tarde o temprano se desenfrena.
Pro
29:15 La vara y la corrección dan
sabiduría, pero el muchacho consentido avergüenza a su madre.
La vara de autoridad también sirve en momentos de
angustia:
Sal 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento.
Cuando hay vara en la familia, cuando hay autoridad en la
casa, la familia se siente segura aunque tenga que pasar por un valle difícil.
DISCIPLINA
Pro 5:22 Apresarán al malvado sus propias iniquidades,
retenido será con las ligaduras de su pecado.
Pro 5:23 Él morirá por falta de disciplina y
errará por lo inmenso de su locura.
Cuando en una casa no se corrige al que peca o lo que es
peor si cae en una iniquidad, no se interviene rigurosamente, viene un fin de
muerte. Por eso antes de salir a la batalla, hay que corregir la casa.
Cuando se habla de disciplina, se habla de haber dado una
instrucción y de observar el cumplimiento de esta, pero que si no se cumple
entonces se da un castigo.
Difícilmente los cristianos ganan una batalla contra el
enemigo si su casa no aprende a vivir correctamente primero.
Pro
15:32 El que desprecia la disciplina se
menosprecia a sí mismo; el que escucha la corrección adquiere inteligencia.
Padres que queremos hijos inteligentes "corrijámoslos",
porque al hacerlo recibirán inteligencia.
Algunos no les gusta hacerlo porque ven que sus hijos se
entristecen, pero eso no es correcto cuando es necesario:
2Co 7:9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido
entristecidos, sino porque fuisteis entristecidos para arrepentimiento, porque
habéis sido entristecidos según Dios, para que ninguna pérdida padecierais por
nuestra parte.
2Co 7:10 La tristeza que es según Dios produce
arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse...
Aunque a veces no nos gusta ver que la corrección hizo
llorar a nuestros hijos, hay que recordar que así es como Dios nos enseña
porque al salir de la misma, no serán los mimos.
Heb 12:6 porque el Señor al que ama, disciplina, y
azota a todo el que recibe por hijo».
Heb 12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata
como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Heb 12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual
todos han sido participantes, entonces sois bastardos, no hijos.
Cuando en una casa hay aplicación de disciplina, hay
formación de hijos, no de huéspedes ni mucho menos de hijos que no tienen
responsabilidad sobre ellos sus padres.
Dijimos que debemos mostrar el amor que tenemos por
nuestra familia con gestos, pero según hebreos 12:6 también se demuestra con
disciplina.
Heb
12:11 Ciertamente, ningún castigo es
agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la
lección, el resultado es una vida de paz y rectitud.
Si instruimos a nuestra familia y también sabemos
disciplinar cuando se hace necesario, entonces podremos salir a la batalla y
Dios nos dará la victoria.
Deu 8:5 Dense cuenta de que el Señor su Dios los ha
corregido del mismo modo que un padre corrige a su hijo.
Deu 8:6 Cumplan, pues, los mandamientos del Señor su
Dios, y hónrenlo y sigan las enseñanzas que él les ha dado.
Según el versículo 5 entendemos que en la medida que
corregimos a nuestros hijos, así Dios nos corregirá a nosotros. Si anhelamos
más de Dios y queremos que Dios nos corrija, hagámoslo en nuestra familia.
2Sa 7:14 Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Y
cuando cometa una falta, yo lo castigaré y lo azotaré como todo padre lo hace
con su hijo,
2Sa 7:15 pero no le retiraré mi bondad...
Se instruyó, el hijo falló, se le disciplinó y aprendió,
entonces no hay que quitarle la bondad, hay que seguir adelante.