Pastor Luis del Cid, 18 de abril de 2,012 año de la Libertad
Introducción
Hemos explicado en varias ocasiones que la familia es de
lo primero que creó Dios. A la luz de la Palabra entendemos que a mayor unidad
en la familia mayor bendición de parte de Dios, de allí que en este tema
estudiaremos uno de los elementos que en figura nos mostrará cómo lograr que
nuestra familia alcance toda la bendición de Dios.
Sal 128:3 Tu mujer será
como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo
alrededor de tu mesa.
Sal 128:4 He aquí
que así será bendecido el hombre que
teme al SEÑOR.
Dice claramente que la bendición de un hombre temeroso de
Dios es:
a)
Que tendrá
una esposa que no andará todo el día en la calle sino que será alegría en su
casa.
b)
Que sus hijos
serán llenos de la presencia de Dios.
c)
Que tendrá
una mesa rodeada de su familia.
En este tema especialmente queremos desarrollar la bendición
que implica tener una mesa (por supuesto en lo que espiritualmente implica), y
que alrededor de ella esté la familia. La palabra mesa, aquí viene del hebreo
shulkján y a su vez de otra raíz que significa convocar, levantar, libertad.
La bendición de tener mesa en la casa significa que
tendremos la capacidad de convocar, es decir que todos querrán reunirse para
estar juntos. También significa que se
tendrá la fuerza para poder levantarse ya sea en familia hacia algo mejor cada
día y también cuando un miembro que cayó, fracasó, o falló pueda ser ayudado. Implica
además que cuando hay mesa no se vive bajo un régimen de opresión ni tampoco de
libertinaje sino en un ambiente de libertad. Tener estos elementos en la
familia de verdad que es tener la bendición de Dios. Para poder edificarlo,
veamos los siguientes pasajes: La mesa en el tabernáculo de Moisés:
Éxo 25:23 La mesa para el pan de la proposición
»Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud
será de dos codos, de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.
Es necesario recordar que en el contexto de este pasaje,
Dios nos muestra como se llega gradualmente a tener intimidad con El, es decir
vemos el atrio donde se entraba con acción de gracias y alabanza, el lugar
santo en donde se profundizaba en la comunión con Dios y luego el lugar
santísimo en donde se disfrutaba completamente de la presencia de Dios. Desde
la perspectiva familiar que hoy tenemos, podemos considerar que para llegar a
la plenitud de la bendición de Dios para nuestra familia, necesitamos empezar
nuestra relación familiar con muestras de gratitud y reconocimiento por lo
bueno que se haga o recibe en casa (esto sería tener una relación de atrio). Luego
hay que avanzar a la comunión, el sentarse a la mesa, porque cuando Dios ve una
familia con esposo temeroso de Dios, esposa que se ocupa de su hogar e hijos
que reposan al rededor de sus padres es cuando en breve podrá entrar a recibir
la mayor expresión de la bendición de Dios.
¿Cómo se
logra tener esa mesa?
a)
Tiene que ser
edificada con madera de acacia. Los
rabinos en sus comentarios literarios tenían una expresión: ¿De dónde en el
desierto fueron nuestros padres capaces de obtener madera de acacia?, y esto
porque obtener un tronco adecuado para "construir" no era común
encontrarlo. Esto quiere decir que para poder edificar en unidad, con libertad,
y tener la fuerza para levantar la familia se necesita un esfuerzo porque no es
fácil encontrarlo.
b)
La madera de
acacia también tiene la característica de ser dura pero liviana, así como
duradera. Esto quiere decir que para edificar una familia unida, se necesita
firmeza pero con lineamientos que se pueden sobrellevar. Estos lineamientos
deben ser duraderos, quiere decir que cuando no se edifica con planes a largo
plazo, lo más seguro es que se desborone la casa.
c)
Por otro lado
la acacia es dura pero maleable, quiere decir que para poder edificar se
necesita disposición en todos.
Éxo 25:24 Recúbrela de oro
puro, y ponle un ribete de oro alrededor.
La mesa tiene que ser cubierta con oro, lo que significa
que para edificar bien, tiene que haber santidad y honra en la familia,
empezando por los padres. Note que tiene que tener algo que marca el límite: un
ribete de oro, lo que nos muestra que aunque debemos edificar dando libertad,
esa libertad tiene un límite que se discierne muy fácilmente cuando hay
santidad en todo lo que se hace.
Éxo 25:26 Le harás
cuatro argollas de oro, las cuales pondrás en las cuatro esquinas que
corresponden a sus cuatro patas.
Éxo 25:27 Las argollas
estarán debajo de la moldura, y por ellas entrarán las varas para llevar la
mesa.
Literalmente las varas servían para que el peso de la
mesa fuera distribuido entre cuatro personas, obviamente si alguno no lo hacía
bien, para los demás era más difícil llevar la mesa.
Lo que esto quiere decir es que habitar edificar bien la
familia, no depende solamente de los papás sino de todos los miembros, pues
para que la mesa marche bien, todos tenemos una parte que aportar de
responsabilidad.
Éxo 25:30 Y pondrás
siempre sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí.
El pan tipifica la Palabra de Dios, y que esté sobre la
mesa significa que todo lo que hagamos para alcanzar la unidad, libertad y el
levantamiento de nuestra familia debe ser bajo los lineamientos de la Palabra
de Dios.
Éxo 40:4 Meterás
la mesa y la pondrás en orden…
Una familia que se quiere plantar bien, NECESITA QUE SE
SIEMPRE HALLA ORDEN Y QUE A VECES SE DETENGA UN MOMENTO PARA REORDENAR ALGUNAS
COSAS.
1Sa 16:11 Entonces
dijo Samuel a Isaí: –¿Son estos todos tus hijos?
Isaí respondió: –Queda aún el menor, que apacienta las
ovejas.
Y dijo Samuel a Isaí: –Envía por él, porque no nos
sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
Veamos primeramente este versículo en cuanto a lo práctico.
Hay cosas que a veces impiden que haya una buena comunión en la familia, por
ejemplo el que nunca se junte la familia para comer juntos, o que cuando están
sentados estén usando sus celulares, físicamente están pero mentalmente no, ESO
DAÑARÁ UNA BUENA RELACIÓN DE FAMILIA.
Así mismo el esperar a que todos lleguen, implica
paciencia en unos pero en otros que también sean diligentes. En lo espiritual
significa que habrá cosas que aunque algunos avancen en su crecimiento
espiritual habrá que esperar y tratar de halar a otros. Así mismo significa que
cuando hay menosprecio por algún miembro, la mesa no estará completa ni lista
para poder lograr toda la bendición de Dios.
1Sa 20:34 Se
levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira y no comió nada el segundo día de
la nueva luna; pues estaba afligido a causa de David, porque su padre lo había
ofendido.
Por qué se levantó de la mesa, es decir ¿por qué se
perdió la comunión y se dividió la casa? veamos los versículos anteriores:
1Sa 20:30 Entonces
se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: –Hijo de la perversa y
rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para vergüenza tuya
y vergüenza de la madre que te dio a luz?
1Sa 20:33 Entonces
Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde comprendió Jonatán que su padre
estaba resuelto a matar a David.
1Sa 20:34 Se
levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira y no comió nada el segundo día de
la nueva luna; pues estaba afligido a causa de David, porque su padre lo había
ofendido.
Aquella casa venía a pique por varias razones:
a)
El mal trato
que Saúl daba a la esposa.
b)
Saúl cometía
el error de discutir asuntos EN LA MESA. Esto nos enseña que si bien es cierto
en la mesa debemos platicar cosas importantes, hay cosas (especialmente las que
tienen que ver con enojos), que será mejor platicarlas en otro momento, NO A LA
MESA.
2Sa 9:7 Luego
David añadió: –No tengas temor, porque a la verdad yo tendré misericordia
contigo por amor de Jonatán tu padre. Te devolveré todas las tierras de tu
padre Saúl, y tú comerás siempre a mi mesa.
Mefiboset significa disipador de vergüenza y de mi boca
salen reproches.
Mefiboset era un hombre lisiado de sus pies que se veía a
sí mismo como un perro muerto, espiritualmente significa que a lo largo de su
vida no pudo caminar bien. Era una persona que todo le parecía mal, era alguien
que en todo lo que hacia se sentía avergonzado. La clave no es aislarse, la
clave es que se busque la ayuda de la familia y que los demás le hagan
misericordia.
Luc 24:30 Y
aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo
partió y les dio.
Luc 24:31 Entonces
les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron;[n] pero él desapareció de su
vista.
No cabe duda que una de las cosas que quizás a veces se
vuelve difíciles es tener una mesa rodeada de la familia, pero si nos
esforzamos porque esté la mesa en orden y nuestra familia alrededor de ella,
tendremos la revelación de la Palabra y la presencia del Hijo quien abrirá
nuestros ojos para reconocer cuando vuelva.