Pastor Luis del Cid, 1 de mayo de 2,012 año de la Libertad
Introducción
Hemos hablado en otras
oportunidades que la fe va en crecimiento, por ejemplo hay medida poca fe,
grano de mostaza y árbol de mostaza. Sin embargo hay una marca más: "la
medida fe tan grande".
Para comprender a qué
nos referimos, veremos cuando Jesús sanó a un leproso pero en dos textos
paralelos y también cuando sanó al sirviente de un centurión:
Mat 8:2 Y he aquí, se le acercó un leproso y se
postró ante El, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Veamos el resto de esta
narración pero en Marcos 1:40
Mar 1:40
Vino a él un leproso que, de rodillas, le dijo: –Si quieres, puedes
limpiarme.
Mar 1:41 Jesús, teniendo misericordia de él, extendió
la mano, lo tocó y le dijo: –Quiero, sé limpio.
Mar 1:42 Tan pronto terminó de hablar, la lepra
desapareció del hombre, y quedó limpio.
¿Tenía fe el leproso?
sí, porque creyó y fue sanado, pero a pesar de eso no era una fe todavía tan
grande, sigamos leyendo:
Mar 1:43 Entonces lo despidió en seguida, y le ordenó estrictamente:
Mar 1:44 –Mira, no digas a nadie nada, sino ve,
muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio
a ellos.
Mar 1:45 Pero, al salir, comenzó a publicar y a
divulgar mucho el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en
la ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos; y venían a él
de todas partes.
Tenía fe pero no era muy
obediente, ahora volvamos a ver lo que continúa del relato pero en mateo 8:4 en
adelante
Mat 8:4
Entonces Jesús le dijo: –Mira, no lo digas a nadie, sino ve, muéstrate
al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.
(Si usted lee todo el
contexto se dará cuenta que es el mismo leproso de mar 1:45 que no obedeció),
el relato sigue así:
Mat 8:5 Y cuando entró Jesús en Capernaúm se le
acercó un centurión suplicándole,
Mat 8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en
casa, paralítico, sufriendo mucho.
Mat 8:7 Y Jesús
le dijo*: Yo iré y lo sanaré.
Mat 8:8 Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no
soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado
quedará sano.
Mat 8:9
Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes,
y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz
esto", y lo hace.»
Mat 8:10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los
que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan
grande.
En el versículo 13 dice
que el criado quedó sano, así como el leproso. La fe que tenía el leproso no
fue alabada por el Señor, aunque tenía, sino la fe de aquel que ni siquiera
estaba enfermo pero que fue catalogada por Jesús como fe tan grande, ¿por qué?
POR LA OBEDIENCIA.
En el versículo 9 hay
tres tipos de soldados:
1.
Al que se le envía (le dicen vete). Este definitivamente
en donde esté tendrá que decidir en soledad algunas cosas en su momento.
2.
Al que se le llama (le dicen ven). Este tendrá que
aprender al momento de ser llamado.
3.
Al que solo se le dan ordenes y obedece por amor (le dice
haz esto y lo hace). Lo impresionante de este soldado es que la palabra siervo
que aparece aquí viene del griego doúlos que significa ESCLAVO.
La fe más crecida es
aquella que se alcanza cuando decidimos ser ESCLAVOS DE CRISTO POR AMOR A EL.
Para lograrlo, no hay otra forma sino muriendo a nosotros mismos a través del
humillarnos y obedeciendo, el ejemplo lo vemos en el Señor Jesús:
Flp 2:8 Y hallándose en forma de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Veamos características para ser Doúlus.
Esta palabra DOÚLUS
aparece en los siguientes textos y para facilitar la didáctica subrayaremos
cuando aparezca, veamos:
Mat 10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro y al
siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¡cuánto
más a los de su casa!
Por amor a Cristo,
tenemos que saber que algunos nos dirán de todo, pero el que quiera ser doúlus
debe permanecer.
Mat 10:24 Un discípulo no está por encima del maestro,
ni un esclavo por encima de su señor.
Para ser esclavo se
necesita tener un señor, note que es s minúscula, no S, es decir no se puede
llegar a ser esclavo del Señor Jesús, si antes no reconocemos el señorío de
otro doúlus de Cristo, por qué porque cuando se reconoce a un ministro como
colaborador de Dios, estás reconociendo el Señorío del Espíritu Santo que al no
tener cuerpo se mete en un doúlus, por eso dijo Jesús:
Mat 7:21»No todo el que
me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Hay cristianos que
reconocen el señorío del Hijo y del Padre, pero no el del Espíritu Santo porque
no quieren aprender la obediencia a Dios a través de la sujeción a los doúlus.
Veamos el contexto
ascendentemente:
Mat 10:23 Cuando os persigan en una ciudad huid a otra;
porque os aseguro: antes de que acabéis de recorrer las ciudades de Israel
vendrá el Hijo del hombre.
Uno que no es esclavo de
Cristo cuando es perseguido por hacer la obra, cuando se siente asediado mejor
renuncia a su privilegio. Pero un doúlus lo sigue haciendo.
Mat 10:22 Seréis odiados por todos a causa de mi
nombre; pero el que se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
A un doúlus lo llegaran
a odiar los que no lo entienden, pero no le importa sino que sigue adelante.
Mat 10:21 El hermano entregará a la muerte al hermano y
el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres y les darán
muerte.
Esto es de los más duro
para poder avanzar a ser doúlus, que tu propia familia te ayudará a morir a ti
mismo para que tu fe crezca hasta la medida fe tan grande. Pero no temas
porque:
Mat 10:19 Pero cuando os entreguen, no os preocupéis
por cómo o qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de
hablar,
Mat 10:20 pues no sois vosotros los que habláis, sino
el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
A los doúlus Dios le da
revelación de lo que tienen que hacer, de la Palabra y de lo que pasará en
seguida, por eso Juan escribió el Apocalipsis:
Apo 1:1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio,
para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto…
Mat 18:23 A propósito de esto: el reino de los cielos
se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus siervos.
Los doúlus deben saber
que daremos cuentas, dice la Biblia:
2Co 5:10 porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Algunos beneficios:
Mat 22:8 Entonces dijo a sus siervos: “La boda a la
verdad está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos.
Los doúlus sabrán cuando
la boda ya esté lista.
Mat 24:45 »¿Quién es,
pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que
les dé el alimento a tiempo?
Mat 24:46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando
su señor venga, lo halle haciendo así.
El doúlus tendrá para
compartir, pero note que debe ser fiel y también prudente. Prudente según el
DRAE es aquel que actúa con moderación y cautela. Esto significa que un doúlus,
cuando Dios lo prospera no se desmanda con lo que administra y en la abundancia
que Dios le da sabe compartirla. Un doúlus tiene promesa que Dios lo sostendrá:
Isa 42:1«Este es mi
siervo, yo lo sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento. He
puesto sobre él mi espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Aquí la raíz etimológica
ya no es griega pero en hebreo igualmente se traduce como esclavo. Al que se hace
esclavo por amor de Cristo, Dios lo sostiene, le da de su Espíritu y lo pone en
lugares preferentes.
Mat 25:14»El reino de
los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les
entregó sus bienes.
Mat 25:19 »Después de mucho tiempo regresó el señor de
aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
Al doúlus le dan la
oportunidad de administrar de los bienes de Dios, pero debe recordar que
también a Él le pedirán las cuentas de cómo se usen.
Luc 2:29 «Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
conforme a tu palabra,
Luc 2:30 porque han visto mis ojos tu salvación,
Aunque haya cosas que te
ayuden a morir, siempre te salvará Dios y podrás afrontarlo en paz.
A un doúlus por muy
difícil que sea la situación, Dios siempre lo respaldará.