12 de febrero de
2,013 Año de la Prosperidad
Introducción
En la primera parte
de este tema vimos como Dios nos saca de momentos angustiantes, lugares
infructuosos o dañinos (espiritualmente hablando) y nos pone sobre lugar firme,
ejemplo:
Sal
40:1 Al SEÑOR esperé pacientemente, y El
se inclinó a mí y oyó mi clamor.
Sal 40:2 Me sacó del
hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y
afirmó mis pasos.
Estudiamos lo que
significa que nuestros pasos ya no estén en lodo cenagoso sino ahora en Cristo,
sobre una Roca donde podemos caminar seguros y firmemente. Así mismo vemos a lo
largo de la escritura como Dios nos va moviendo de lugar en lugar, es decir nos
da la oportunidad de caminar en nuevos territorios espirituales para
prosperarnos, veamos algunos de estos:
PASOS SOBRE LAS AGUAS
Mat
14:24 Mientras tanto, la barca ya se
había alejado de tierra muchos estadios, sacudida por las olas, porque el
viento le era contrario.
Mat
14:25 En la cuarta vigilia de la noche
vino hacia ellos caminando sobre el mar.
Mat
14:26 Cuando le vieron los discípulos
andando sobre el mar, se asustaron y dijeron: -¡Es un fantasma! -y llenos de
miedo empezaron a gritar.
Mat
14:27 Pero al instante Jesús les habló:
-Tened confianza, soy yo, no tengáis miedo.
Mat
14:28 Entonces Pedro le respondió:
-Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Mat
14:29 -Ven -le dijo él. Y Pedro se bajó
de la barca y comenzó a andar sobre las aguas en dirección a Jesús.
Sabemos que en el
reloj romano la noche se dividía en 4 vigilias:
La primera de 6 a 9
pm.
La segunda de 9 pm
a 12 am.
La tercera de 12 am
a 3 am.
La cuarta de 3 am a
6 am.
Hay momentos en la
vida donde sentimos que todo está contra nosotros, que estamos esperando que
nuestro Dios llegue y cuando se manifiesta sobre lo que para nosotros no es
posible, debido a las preocupaciones que tenemos, dudamos que es Dios que ha
llegado, es un momento clave para poder ver la plenitud de la manifestación de
su poder, pues antes de caminar sobre las aguas El nos pide “TEN CONFIANZA, SOY
YO, NO TENGAS MIEDO”.
Caminar sobre las
aguas implica dejar nuestra barca, la forma que traíamos de enfrentar los
problemas para ahora obedecer a su mandato “caminar viéndole a El”.
Mat
14:30 Pero al ver que el viento era muy
fuerte se atemorizó y, al empezar a hundirse, se puso a gritar: -¡Señor,
sálvame!
Mat
14:31 Al instante Jesús alargó la mano,
lo sujetó y le dijo: -Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?
Mat
14:32 Y cuando subieron a la barca se
calmó el viento.
Para conocer este
nuevo terreno (que no se siente muy firme), se necesita tener fe, no dudar y
oír la voz de Dios.
Sal
29:2 Dad a Jehová la gloria debida a su
nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
Sal
29:3 Voz de Jehová sobre las aguas.
¡Truena el Dios de gloria: Jehová sobre las muchas aguas!
No dejar de alabar
y adorar a Dios en santidad, es decir bajo ninguna circunstancia debemos dejar
de exaltarlo ni caer en trampas por las presiones que vengan porque eso hará
que pronto oigamos su voz sobre las aguas.
PASOS EN LUGAR ESPACIOSO
Sal
31:7 Me gozaré y alegraré en tu
misericordia, porque has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi
alma.
Sal
31:8 No me entregaste en manos del
enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso.
El lugar espacioso
es sinónimo de abundancia y libertad:
Job
36:16 Y también a ti te apartará de la
boca de la angustia a un lugar espacioso, libre de todo agobio, y te preparará
una mesa llena de manjares.
Job
36:16 A ti también te libró de los
peligros, y te dio abundancia y libertad; llenó tu mesa de comidas deliciosas.
Es cuando Dios te
mete en un estado de tranquilidad y deleite, donde ya no eres esclavo sino que
Dios te hizo libre para que en esa libertad disfrutes de lo que Dios te da.
¿Cómo entrar allí?
Sal
31:7 Me gozaré y alegraré en tu
misericordia, porque has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi
alma.
Sal
31:8 No me entregaste en manos del
enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso.
Lo peor que nos
puede pasar cuando estamos en lugares estrechos es no reconocer delante de Dios
la necesidad que tenemos, el que diga "has visto mi aflicción", es
que aquel varón fue sincero al pedir el auxilio de Dios derramando su alma
delante de su presencia.
Sal
18:19 Me sacó a lugar espacioso; me
libró, porque se agradó de mí.
Otra clave es que
mientras estas en lugar estrecho te ocupes por agradar a Dios:
Núm
14:8 Si Jehová se agrada de nosotros, él
nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y
miel.
Núm
14:9 Por tanto, no seáis rebeldes contra
Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, pues vosotros los comeréis como pan.
Su amparo se ha apartado de ellos y Jehová está con nosotros: no los temáis.
Este es el relato
cuando los israelitas debían conquistar Canaán "porque Dios estaba con
ellos y no con sus adversarios", a Dios le agrada cuando le creemos y
peleamos la buena batalla, pero cuando nos amedrentamos y no le obedecemos no
le agradamos, dice la Biblia:
Heb
11:6 Pero sin fe es imposible agradar a
Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que
recompensa a los que lo buscan.
Pro
11:1 Jehová abomina el peso falso, pero
la pesa cabal le agrada.
Agrada a Dios aquel
que es cabal con lo que se compromete u ofrece.
Mat
12:18 «Este es mi siervo, a quien he
escogido; mi amado, en quien se agrada mi alma.
El que sirve y
evoluciona a ser amado agrada a Dios, ejemplo:
2Co
9:7 Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Dios ama al que da
y lo hace con alegría.
Hch
10:34 Entonces Pedro, abriendo la boca,
dijo: –En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,
Hch
10:35 sino que en toda nación se agrada
del que lo teme y hace justicia.
Dios se agrada de
quien tiene temor de El y por tanto hace justicia.
Heb
13:16 Y de hacer el bien y de la ayuda
mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Hacer el bien
implica servir en la obra de Dios, la ayuda mutua significa ayudarnos unos a
otros pero no con simpleza sino que aun haciendo un sacrificio.
Pastor Luis del Cid
