8 de enero de 2,013 año de la Prosperidad
Introducción
Sabemos que este año ha sido decretado para nosotros como un año en
donde Dios ha derramado una unción especial para que podamos prosperar, sin
embargo debemos estar conscientes que esa prosperidad puede ser estorbada si en
nuestras vidas hay cosas malas, ejemplo:
Job 15:20 Todos
sus días, el impío es atormentado de dolor, y el número de sus años le
está escondido al violento.
Job 15:29 No
prosperará, ni durarán sus riquezas, ni extenderá sus bienes por la tierra.
Impío del hebreo rashá que también significa culpable, una persona
activamente mala, delincuente. Según el diccionario secular es una persona
hostil a la religión. En resumen
comprendemos que un impío es aquel que sabiendo que algo es malo igualmente lo
hace o aquel que hizo algo malo no busca limpiarse y por eso sigue siendo
culpable. Así mismo es cuando un cristiano recibe la enseñanza de la palabra
pero se resiste a ponerla por obra. Uno de los problemas de vivir impíamente es
que aunque el tiempo sea propicio para prosperar, no podrá por un mal vivir. De
allí que en iniciaremos esta serie de temas denominada “desinfección total”.
SOBRE LAS INFECCIONES
Lev 14:54 Esta
es la ley acerca de toda infección de lepra, o de tiña;
Lev 14:55 y
para la ropa o la casa con lepra,
Lev 14:56 para
una hinchazón, una erupción o una mancha blanca lustrosa,
Lev 14:57 para
enseñar cuándo son inmundas y cuándo son limpias. Esta es la ley sobre la
lepra.
En los versículos anteriores vemos 7 tipos de infección:
1) La lepra: definida como una enfermedad infecciosa
crónica, con síntomas cutáneos y nerviosos, tubérculos, manchas, úlceras y
anestesias. Espiritualmente habla de pecado que se volvió crónico, es decir una
costumbre y que por ello se pierde la sensibilidad y se adquieren manchas (las
cuales deben ser borradas para irse en el arrebatamiento, pues el Señor viene
por una iglesia "sin mancha").
2) La tiña: definida coloquialmente como miseria, escasez,
mezquindad. Espiritualmente habla de aquella mancha en el alma que hace de una
persona alguien miserable, escaso (es decir tacaño) y mezquino (que siempre
busca dar por un interés propio). Medicamente es una enfermedad producida por
un parásito en la piel del cráneo, y de las cuales unas consisten en costras y
ulceras, y otras ocasionan solo la caída del cabello. Espiritualmente hablando
significa tener una mente depravada, que hace que se boten los pensamientos
sanos para que en su lugar halla úlceras es decir zonas infectadas.
3) La ropa con lepra: representa elementos externos que portan
infección (espiritualmente sería como malas juntas, malos hábitos, música
mundana y otros).
4) La casa con lepra: tipifica la contaminación ya no de una sola
persona sino de una familia o grupo de personas.
5) La hinchazón: figura del orgullo, soberbia o altivez.
6) Erupción: definido clínicamente
como aparición y desarrollo en la piel, o en las mucosas, de granos, manchas o
vesículas (ampollas). Espiritualmente representa pequeños puntos infectados
(puntos de contacto), cosas no tan profundas pero si contaminantes que hay que
limpiar. Si es en las mucosas nos habla de la contaminación del discernimiento
espiritual para poder decir no a las cosas malas.
7) Mancha blanca lustrosa: espiritualmente es una aparente blancura pero
no por consagración sino por apariencia. Un evangelio religioso de falsedad y
no de compromiso profundo.
En las siguientes partes de este tema “desinfección total”, se abordarán
individualmente cada una de las infecciones, en esta parte veremos de una
manera general cómo desinfectarnos:
EL PROCESO DE LA DESINFECCIÓN:
Lev 13:1 El
SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
Lev 13:2 Cuando
un hombre tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca
lustrosa, y se convierta en infección de lepra en la piel de su cuerpo, será
traído al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes.
Lo primero es que debemos tener claro que la instrucción para
desinfectar no es invención del hombre sino que fue Dios quien la dio. Esta
consiste en que el enfermo busque la ayuda con su pastor o con algún hijo
espiritual que el pastor delegue.
Stg 5:16 Por
tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que
seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.
No se trata de hacerlo sin delegación ni con cualquiera:
1Ti 5:22 No
impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la
responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado.
Cuando una persona no es delegada o no logra discernir hasta donde llega
su rango espiritual corre el riesgo de contaminarse con lo que tiene el
enfermo. El primer paso para iniciar la desinfección es ministrarse.
Lev 13:3 Y el
sacerdote mirará la infección en la piel del cuerpo; y si el pelo en la
infección se ha vuelto blanco, y la infección parece más profunda que la piel
de su cuerpo, es una infección de lepra; cuando el sacerdote lo haya examinado
lo declarará inmundo.
Lev 13:4 Pero
si la mancha lustrosa es blanca en la piel de su cuerpo, y no parece ser más
profunda que la piel, y el pelo en ella no se ha vuelto blanco, entonces el
sacerdote aislará por siete días al que tiene la infección.
Notemos que es el sacerdote quien declara si aquel problema es más
profundo de lo que parece o simplemente fue algo sin mucha trascendencia. Esto
significa que no debemos ser nosotros los que primeramente decidamos por sí
mismos si el problema es insignificante o si ya estamos sanos, SE NECESITA LA
AYUDA MINISTERIAL.
Los cabellos en la Palabra tipifican pensamientos. Cuando hay un pecado
es necesario ver cómo piensa el que se había infectado pues mucho tiene que ver
para su liberación si está convencido del problema que tiene y cuanto está
dispuesto a abandonarlo:
Rom 12:1 Por
tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten
ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el
verdadero culto que deben ofrecer.
Rom 12:2 No vivan
ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad
de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Volvamos al libro de Levítico:
Lev 13:5 Al
séptimo día el sacerdote lo examinará, y si en su parecer la infección no ha
cambiado, y si la infección no se ha extendido en la piel, entonces el
sacerdote lo aislará por otros siete días.
Lev 13:6 El
sacerdote lo examinará de nuevo al séptimo día; y si la infección ha
oscurecido, y la infección no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote
lo declarará limpio; es sólo una postilla. Y lavará sus vestidos y quedará
limpio.
Primeramente es un proceso de 7 días (el número siete representa
perfección) en este caso de un proceso de ministración, pero notemos que el
ministro debe observarlo otros 7 días si aún no hay suficiente evidencia de una
completa sanidad (el número 14 representa buen testimonio). Si cuando observó
por 14 días (que no estamos hablando de algo literal sino figurando lo
espiritual), es decir si ha mantenido su testimonio limpio entonces la
infección se quitó.
Note que hay que lavar los vestidos:
Efe 5:25 ...
así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,
Efe 5:26 para
santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,
Efe 5:27 a fin
de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
Esto quiere decir que no basta con ministrarse es necesario dejarse
lavar con el agua de la Palabra.
Lev 13:7 Pero
si la postilla se extiende en la piel después que él se haya mostrado al
sacerdote para su purificación, volverá a presentarse al sacerdote.
Lev 13:8 Y el
sacerdote lo examinará, y si la postilla se ha extendido en la piel, entonces
el sacerdote lo declarará inmundo; es lepra.
Lev 13:11 es
que se trata de lepra crónica de la piel. El sacerdote deberá declarar impura a
esa persona, y no será necesario que la encierre, porque ya es impura.
En otras palabras si la persona persiste en pecar y luego de haber sido
atendida no quiere dejar su pecado, "se le tendrá que decir claro su
estado" y solo queda esperar haber si aún Dios tiene piedad para guiarlo
al arrepentimiento, pero nosotros debemos tener cuidado con ellos:
1Co 5:5 he
decidido dejar a ese individuo a merced de Satanás, a ver si queda destruida su
condición pecadora y él, animado por el Espíritu, se salva en el día del Señor.
1Co 5:6 ¡La
cosa no es como para que se sientan orgullosos! ¿No saben que un poco de
levadura hace fermentar toda la masa?
1Co 5:7
Eliminen todo resto de vieja levadura y sean masa nueva ya que son panes
pascuales, pues Cristo, que es nuestra víctima pascual, ya ha sido sacrificado.
Puede ser que alguien una y otra vez ha estado ministrándose pero no
deja de pecar, aún tiene esperanza, pues dice la Biblia:
Lev 13:16 Mas
si la carne viva cambia nuevamente y se vuelve blanca, entonces vendrá al
sacerdote,
Lev 13:17 y el
sacerdote lo mirará, y he aquí, si la infección se ha vuelto blanca, el
sacerdote declarará limpio al que tenía la infección; limpio es.
Lev 13:23 Pero
si la mancha lustrosa permanece en su lugar y no se extiende, es sólo la
cicatriz de la úlcera; el sacerdote lo declarará limpio.
Aunque por mucho tiempo hallas estado mal o en uno de los más bajos
pecados, si te arrepientes, buscas la ayuda ministerial, confiesas tu pecado y
te apartas, Dios te hará misericordia.
1Re 18:21 Elías
se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos
opiniones?
Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a
él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
Sal 26:2
Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; escudriña mi mente y mi corazón.
Que hoy te definas por servir a Jehová, que sean purificados hoy tus
pensamientos para que seas libre y alcances la perfecta purificación en Cristo
Jesús.
Pastor Luis del Cid
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