EL TRATO A LOS HIJOS (familiar)


9 de enero de 2,013 año de la prosperidad

Introducción
La experiencia de ser padres definitivamente es algo maravilloso pero en la medida que los hijos crecen también los progenitores aprendemos cosas nuevas como padres. A los que nos tocó vivir en el final de los tiempos, estaba escrito que tendríamos que enfrentarnos con potestades más fuertes que querrán dividir nuestras familias, bien dice la escritura:

Mal 4:5  He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑOR, día grande y terrible.
Mal 4:6  El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición.

Notamos que la promesa del Espíritu de Elías que como hemos explicado es un espíritu de restauración familiar viene a cumplirse poderosamente para los tiempos previos a la gran tribulación, esto quiere decir que en estos días últimos el ataque de las tinieblas se incrementaría de una forma despiadada pero Dios a su pueblo le ofrece protegerlo y ayudarlo. Ahora bien cuando el Señor Jesucristo habla de esta profecía dice:

Luc 1:17  E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Aquí ya no solamente es la promesa de hacer volver el corazón de padres a hijos sino que el Señor cambia la otra parte de la profecía y dice que hará volver el corazón de REBELDES es decir, como que algunos de los hijos del final de los tiempos serán contaminados con un espíritu muy fuerte de rebeldía pero que tomados de la mano del Señor de todas formas venceremos. De allí que en este tema estudiaremos como tratar a nuestros hijos para ayudarlos a que no caigan en actitudes de rebeldía sino que permanezcan como justos.

Jua 8:35  Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.

Esto nos deja ver que el trato que se dé a un hijo como esclavo puede ser puerta o excusa para que caigan en rebeldía (aunque no justifique ese pecado) pero para hacer nuestra parte como padres bien, veamos lo que debemos y lo que no debemos hacer:

Gén 15:3  Dijo también Abram: –Como no me has dado prole, mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.
Gén 15:4  Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: –No te heredará este, sino que un hijo tuyo será el que te herede.

Un trato equivocado de padres a hijos es cuando se les hace sentir inseguros en su casa, es decir que no se sienten como dueños de lo que Dios le ha dado a sus padres, mientras que cuando un hijo sabe que tiene papás que se esfuerzan por dejarles una herencia (y aunque lo material es importante), esa herencia primeramente debe ser de las cosas que no se ven antes de las que se miran y eso es importantísimo que ellos lo sepan:

1Ti 6:8  Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.


Primero hay que atender las necesidades internas (eso representa la comida) dentro de estas la enseñanza y crecimiento espiritual, que sientan el amor que les tenemos, la educación secular y después las externas (eso representa el vestido).Pero tampoco hay que descuidar la herencia material que podamos dejarles:

Pro 13:22  El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos, pero la riqueza del pecador está reservada para el justo.

Qué otro trato puede provocar en un hijo que se rebele:

Gén 49:14  »Isacar, asno fuerte que se recuesta entre los apriscos.

Isacar significa "el traerá una recompensa".

Gén 49:15  Al ver que el descanso era bueno  y la tierra deleitosa, bajó su hombro para llevar carga, y sirvió como un esclavo.
BJ2 Gén 49:15  Aunque ve que el reposo es bueno, y que el suelo es agradable, ofrece su lomo a la carga y termina sometiéndose al trabajo.

Cuando un padre no trata a sus hijos como tales, sino como una inversión que le traerá ganancias, los hace esclavos para su propio beneficio provoca en ellos que un día se vayan.
En la versión Jerusalem dice "aunque ve", es decir una día tomará conciencia que vivir reposadamente es bueno y cuando se descubra como un esclavo de su propio hogar provocará el deseo de rebelarse.

LBLA Job 7:2  Como esclavo que suspira por la sombra, y como jornalero que espera con ansias su paga,
BTA 2003 Job 7:3  así he pasado yo meses sin sosiego, y estoy contando las noches trabajosas.

Aquel hijo que cuando tiene un problema o una necesidad no se siente cubierto o protegido, sino que no encuentra el sosiego (entiéndase consuelo, apoyo o protección) sino que solo se le exige, terminará sintiéndose esclavo y no hijo.

Jua 8:34  Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
Jua 8:35  y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre.

Cuando los papás le consienten a sus hijos que pequen y no los corrigen, los están haciendo esclavos y eso los llevará a volverse rebeldes.

Flm 1:10  te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones,
Flm 1:11  el cual en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí.

Onésimo significa útil, pero para Filemón en un momento le pareció un inútil y por eso Onésimo se sintió como esclavo y se apartó de su casa.

Flm 1:15  Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre,
Flm 1:16  no ya como esclavo, sino como más que un esclavo, como un hermano amado, especialmente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.

Es necesario que a nuestros hijos los tomemos en cuenta y les hagamos sentir que son útiles porque cuando se les menosprecia al extremo, pueden sentirse inútiles y por ende no hijos sino esclavos.

2Pe 2:18  Hablando palabras infladas y vanas, seducen con pasiones de la carne y vicios a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.
2Pe 2:19  Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que le ha vencido.

Se esclaviza a un hijo cuando en lugar de enseñarle lo espiritual y correcto, se le quiere gobernar mal consintiendo carnalidades, berrinches (que son actitudes sensuales, es decir provocadas por sentimientos no sojuzgados) y se espera su obediencia a cambio de solaparles pecado.
Si hemos cometido algún error tenemos oportunidad de ser restaurados, pero si aún no hemos llegado a hacerlo, debemos aprender de la Palabra para que nuestros hijos permanezcan como tales junto a nosotros.

Pastor Luis del Cid
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