LAS VESTIDURAS DE LOS ESCOGIDOS II

11 de febrero de 2,014 año del Reinicio

Pastor Luis del Cid

Introducción
En la primera parte de este tema, recordamos como es la evolución de nosotros los hijos de Dios para poder llegar a ser de los fieles, que se irán en el arrebatamiento. Recordemos:

Apo 17:14   ... porque Él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con El son llamados, escogidos y fieles.

Vimos también que en esa evolución, es necesario ir adoptando vestiduras espirituales que harán en nosotros el cambio de una naturaleza a otra.

Col 3:12  Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;

De estas 5 vestiduras estudiamos una, hoy continuaremos con las demás.

LA BONDAD

LBLA Rut 2:13  Entonces ella dijo: Señor mío, he hallado gracia ante tus ojos, porque me has consolado y en verdad has hablado con bondad a tu sierva, aunque yo no soy como una de tus siervas.
RV 1995 Rut 2:13  Ella le dijo: –Señor mío, me has mostrado tu favor y me has consolado; has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni siquiera como una de tus criadas.

La bondad se demuestra también hablando al corazón, es decir con amor, con dulzura, sin importar la condición social, racial o económica de la otra persona pero sobre todo hablando verdad.

1Sa 24:17  y dijo a David: –Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal.

1Sa 24:18  Hoy me has mostrado tu bondad; pues Jehová me ha entregado en tus manos y no me has dado muerte.

Se demuestra bondad cuando teniendo la oportunidad de cobrar venganza lo que hacemos es pagar bien al que mal nos hizo.

2Sa 2:5  Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, a decirles: Benditos seáis del SEÑOR, porque habéis mostrado esta bondad a Saúl vuestro señor, y lo habéis sepultado.

Se demuestra bondad cuando en momentos de luto nos ocupamos por apoyar a aquellos que lo están pasando, dice la Biblia:

1Co 12:26  Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él.

2Sa 9:7  David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.

Demuestras bondad cuando teniendo enfrente a un descendiente de alguien a quien tú estimaste, le haces un bien no solo por quien es sino porque los que antes fueron importantes para ti.

Sal 141:5  Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; es aceite sobre la cabeza; no lo rechace mi cabeza, pues todavía mi oración es contra sus obras malas.

También se demuestra bondad cuando siendo necesario se reprende pero procurando que sea sin ira y con el fin de que aquel que está desubicado se de cuenta de su error y tome el buen camino.

Gál 6:1  Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Flp 4:5  Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.


LA HUMILDAD

Según el DRAE humildad es una virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades en obrar de acuerdo con este conocimiento. Diríamos que parte de la humildad es no presumir, ni mucho menos de lo que no se es.

Sof 2:3  Buscad al SEÑOR, vosotros todos, humildes de la tierra que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis protegidos el día de la ira del SEÑOR.

Para humillarse hay que aprender a vivir ya no como nos enseñaron en la escuela, ya no como lo vimos de nuestros padres si aquellas enseñanzas no son según la Palabra de Dios. Para ser humildes hay que vivir según los preceptos de Dios, recibiendo con humildad la palabra.

Stg 1:21  Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.


Por lo tanto otra forma para vestirse de humildad es recibiendo en una correcta actitud la predicación, no con altivez ni arrogancia.

Hch 20:19  sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos;

Se aprende a ser humilde cuando sirves a Dios, a pesar de las intrigas de tus hermanos, aún en medio de pruebas y hasta llorando.

Efe 4:1  Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados:

Efe 4:2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

Efe 4:3  procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz:

Aquí aparecen varios aspectos que vivirlos nos ayuda a ser humildes:
a) Soportándonos con paciencia unos a otros en amor, no a regañadientes.

b) Procurando mantener la unidad del Espíritu, es decir no por compromiso.

c) Estando en paz con los demás.

KDSHFlp 2:3  Nada hagan por rivalidad o vanagloria; antes bien, en humildad, estimando cada uno a los demás, como si fueran mejores que ustedes,

LBLAFlp 2:3  Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,

Es importante prestar atención que no se trata de sentirse los peores, es decir no es de llamar culpabilidad o mediocridad al corazón, sino de actitudes de honra y respeto hacia los demás. Por eso en la siguiente versión dice que es una actitud recíproca:

Flp 2:3  Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino más bien con humildad, teniéndoos recíprocamente unos a otros por superiores;

1Pe 5:5  Revestíos todos de humildad en servicio mutuo, porque «Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes».

1Pe 5:6  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que os exalte a su tiempo.



Nuevamente vemos que el servirnos unos a otros nos ayuda a vestirnos de humildad solo que veamos que en un orden: bajo los 5 ministerios y esto permitirá que Dios nos de su gracia para ser transformados y mudados en otro hombre.


MANSEDUMBRE

Ecl 10:4  Aunque el ánimo del príncipe se exalte contra ti, no pierdas la calma, porque la mansedumbre hace cesar grandes ofensas.

A veces nuestra cobertura, aquel que ha sido puesto para que nos sujetemos a Él se exalta contra nosotros, más si queremos vestirnos de mansedumbre nuestra actitud debe ser serena y paciente.

1Co 4:21  ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?

Es necesario recordar que en Cristo nueva creatura somos, que aquí ya no se vale excusarnos que así nacimos y así nos quedaremos. Al contrario, debemos creer que si vivimos "en el espíritu", daremos ese fruto de mansedumbre.

Gál 6:1  Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Algo que ayuda mucho para ser manso es que te pongas en los zapatos del otro, especialmente cuando falló, si tan solo recordamos que a nosotros también nos puede pasar, podremos medirnos en cuanto la forma como actuemos.

1Ti 6:11  Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

Si bien es cierto aquí habla de seguir cosas espirituales, no hay que dejar de considerar el que sigamos a aquellos que son mansos, es decir si de antemano sabemos que un amigo no es manso, no debemos seguirlo, bien dice la Palabra:

1Co 15:33  No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.»

Stg 3:13  ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

Hay cosas que son puramente espirituales, pero otras que son puramente prácticas. Para vestirse de mansedumbre debemos tener una buena conducta.


1Pe 3:15  Al contrario, santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.

Rom 14:1  Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.

Cuando defiendas tus argumentos, sobre todo los de la fe, no pelees, mejor prepárate para explicar por qué crees lo que crees.



Imprimir artículo