ESCUCHANDO BIEN

5 de julio de 2,014 año del Reinicio
Introducción
Sabemos que a los hijos de Dios nos espera un buen futuro, no solo en la vida eterna sino que desde aquí podemos alcanzar cosas hermosas.
Para que esto suceda necesitamos comprender algunos principios del reino de Dios, por ejemplo el aprender a vivir por fe, dice la Biblia:

2Co 5:6  Así que, estamos confiados siempre, sabiendo que estando presentes en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
2Co 5:7  (porque vivimos por fe, no por vista);
2Co 5:8  pero estamos confiados, aunque más preferimos salir del cuerpo y estar junto al Señor.

Lo que nos deja ver estos textos es que es maravilloso andar por fe porque andas confiado, andas tranquilo pero porque ya no vives según miras sino según lo bueno que viene en la medida que ejercitas tu fe y esto porque para nosotros lo que viene tiene que ver mucho con lo que se cree:

Heb 11:1  Y la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Esa convicción no es una ilusión sino la certeza de que sencillamente es cuestión de tiempo si en verdad hemos creído a lo que Dios promete.

Heb 11:3  Por fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Lo que podamos ver en gran manera dependerá de lo que podamos creer que vendrá. Ahora bien para tener fe es necesario saber oír:

Rom 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Para poder recibir fe necesitamos poder oír y para poder oír hay que buscar recibir el rhéma de Dios, que es una palabra revelada y ungida. Ahora bien en la versión CEE, anotan así:

CEE 2,011 Rom 10:17 Así, pues, la fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo.

Aquí escriben escuchar en vez de oír debido que desde el griego también se puede interpretar así. En el presente tema lo que expondremos es cómo hacer para escuchar bien y así poder crecer en fe para luego ver la materialización de lo que Dios tiene preparado para nosotros.

Núm 23:17  ... Y Balac le dijo: ¿Qué ha dicho el SEÑOR?
Núm 23:18  Y comenzó su profecía, y dijo: Levántate, Balac, y escucha; dame oídos, hijo de Zipor.
Núm 23:19  Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?

Lo primero es que si Dios está hablando, así sea a través de una persona aún con defectos (como los tenía Balaam) pero a Dios le place hacerlo, tenemos que cambiar de actitud (en figura el levantarse) y prestar toda nuestra atención (dar nuestros dos oídos).
Luego saber que Dios no miente y si dijo algo tampoco se arrepiente. Si Dios dice, Dios lo hace, si Dios habla, Dios lo cumple.
Luc 10:16  El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.

Deu 4:1  Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los juicios que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os da.

Esta vivencia en el reino requiere que escuchemos, veamos las promesas que hay por delante (en figura la tierra prometida) pero que entendamos que de Egipto a Canaán hay que recorrer un trecho donde Dios nos dice que pongamos por obra lo que su Palabra nos enseña:

Deu 6:3  Escucha, pues, oh Israel, y cuida de hacerlo, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera, en una tierra que mana leche y miel, tal como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha prometido.

Adelante hay abundancia, hoy hay que saber vivir para conquistarla.

Deu 27:9  Entonces Moisés y los sacerdotes levitas hablaron a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel...

Guardar silencio implica dejar de hacer otra cosa que no sea sino atender lo que Dios quiere trasladarnos, lo cual tiene que ver con la actitud correcta para recibirlo:

Stg 1:21  Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

Los sinónimos de mansedumbre en otras traducciones dice así: docilidad, humildad, sencillez. Para poder escuchar no se puede tener una actitud caprichosa, altiva o rebelde.

1Sa 3:9  Y Elí dijo a Samuel: Ve y acuéstate, y si El te llama, dirás: “Habla, SEÑOR, que tu siervo escucha.” Y Samuel fue y se acostó en su aposento.
1Sa 3:10  Entonces vino el SEÑOR y se detuvo, y llamó como en las otras ocasiones: ¡Samuel, Samuel! Y Samuel respondió: Habla, que tu siervo escucha.

Otra acción necesaria para poder escuchar es que sirvamos a Dios, porque Dios habla a sus siervos.

Sal 78:1  Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

Se aprende a escuchar cuando se toma el tiempo para aprender a través de la enseñanza.
La palabra enseñanza del hebreo Torá se traduce también como dirección, enseñanza legal. Esto nos deja ver que para poder llegar a escuchar u oír necesitamos conocer el sistema legal del reino de Dios.

LO QUE IMPIDE ESCUCHAR
Éxo 6:9  De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés, debido al desaliento que los embargaba a causa de la dura servidumbre.

Uno de los estorbos para escuchar es cuando el trabajo es tan duro que llega a desalentar, a que las personas vivan cansadas.
Por otro lado la palabra desaliento desde el hebreo cótser también se traduce como impaciencia. El impaciente no logra llegar a escuchar y por eso no puede recibir fe.

Jue 2:17  Con todo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR; no hicieron como sus padres.

Cuando una persona idolatra algo "siguiendo aquello" antes de seguir a Dios, apartándose porque piensa que conoce como es el camino y no como los maduros le puedan enseñar, no podrá escuchar la voz de Dios.

2Re 17:14  Sin embargo, ellos no escucharon, sino que endurecieron su cerviz como sus padres, que no creyeron en el SEÑOR su Dios.
2Re 17:14  Pero ellos no obedecieron, sino que se obstinaron tanto como sus padres, los cuales no creyeron en Jehová, su Dios.

Cuando una persona se mantiene erguida (espiritualmente hablando) ante la Palabra de Dios en lugar de doblegarse ante esta, no podrá escuchar y por lo tanto no le vendrá fe. Note que dice que "endurecieron su cerviz, es decir a propósito se empecinaron en sus caprichos".

2Re 17:40  Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre.
2Re 17:41  Y aunque estas naciones temían al SEÑOR, también servían a sus ídolos; y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.

Cuantas personas a pesar de ser temerosas de Dios, no pueden escucharlo porque siguen las costumbres de una religión. Aunque hay idolatría de bulto y es terrible, aunque no haya imágenes, hay algunos que tienen idolatrada su misión o un ministro que en su tiempo quizás fue glorioso pero que por no dejar algo que se convirtió en una costumbre humanista dejan de oír la voz de Dios.

Sal 106:24  Aborrecieron la tierra deseable, no creyeron en su palabra,
Sal 106:25  sino que murmuraron en sus tiendas, y no escucharon la voz del SEÑOR.

El que murmura no puede escuchar la voz de Dios, aunque sepa que hay una vida deseable.

Isa 66:4  también yo escogeré para ellos desgracias y traeré sobre ellos lo que temen;
porque llamé, pero nadie respondió; hablé, pero no escucharon, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos y escogieron lo que no me agrada».

El que sabe que algo es malo y lo sigue haciendo, no pude escuchar el rema de Dios aunque físicamente oiga un mensaje.

Jer 7:24  Pero no escucharon ni inclinaron su oído, antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado. Fueron hacia atrás y no hacia adelante,

Otro problema que cierra los oídos espirituales es cuando se sigue creyendo en personales ideas en lugar de creer a los pensamientos de Dios, cuando el corazón sigue siendo malo en lugar de buscar el arrepentimiento.

Jer 32:33  Ellos me volvieron la espalda en vez del rostro, y cuando les enseñaba desde el principio y sin cesar, no escucharon para recibir corrección,

Jer 32:34  sino que pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola.

Cuando una persona no se presenta sincera ante Dios, sino queriendo oír se presenta irrespetuosamente, rechaza la corrección y además hace abominaciones, no podrá escuchar la voz de Dios.

Zac 1:4  ‘No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: “Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ‘Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.’ ” Pero no me escucharon ni me hicieron caso’—declara el SEÑOR.

Si Dios llama a dejar un mal camino y a dejar de hacer algo que es malo pero se sigue haciendo, no se podrá escuchar su voz.

LO QUE SE RECIBE POR SABER ESCUCHAR
Pro 1:33  Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal.
Pro 8:34  Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día, aguardando en los postes de mi entrada.
Pro 8:35  Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del SEÑOR.

Vale la pena escuchar a Dios, esperando a las puertas de los cielos que venga su bendición y así recibir el favor del Señor.


Pastor Luis del Cid
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