LAS DOCE PIEDRAS I

25 de junio de 2,014 año del Reinicio
Introducción
Como hemos explicado en otro momento, uno de los acontecimientos antes que el Señor vuelva es que habrá una lucha terrible en contra de la integración y unidad familiar pues dice la Biblia:

Mal 4:5  “Mirad: Voy a enviaros al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, que será un día grande y terrible.
Mal 4:6  Y él hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario, vendré y castigaré vuestro país, destruyéndolo por completo.”

Recordemos que el día del Señor grande y terrible es el período tribulacionario, esto es los 7 años de la semana 70 de Daniel. Notamos que el versículo 6 dice que Elías hará que padre se reconcilien en su matrimonio y los hijos con sus padres, lo que nos muestra que si es necesario una intervención divina sobre las familias de la tierra es porque la familia estará siendo asediada terriblemente por el diablo.

Luc 1:17  Irá Juan delante del Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.

Este versículo además nos muestra que uno de los problemas que enfrentaríamos en los últimos tiempos es la rebeldía en los hijos, ya que Malaquías dice padres con hijos e hijos con padres, pero aquí ya no dice hijos sino rebeldes que aprenderán a obedecer.
Para poder estar en ese movimiento de restauración familiar y así ser parte de ese pueblo bien dispuesto para el Señor, veamos lo que hizo Elías cuando entró en el proceso de restauración de la casa de Israel:

1Re 18:30  Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el altar del SEÑOR que había sido derribado.

Una de las actitudes que debemos tener es acercarnos a un ministro que se ocupe de la restauración.

1Re 18:31  Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del SEÑOR, diciendo: Israel será tu nombre.

El otro asunto de suma importancia es que para la restauración debe haber doce piedras para poder edificar.
Note que son doce piedras conforme a las tribus, palabra que en hebreo es shébet y que también se traduce como clan, familia.
De allí que para poder restaurar una familia se necesita que haya altar para poder tener comunión con Dios pero curiosamente desde su etimología, se puede traducir familia de doce raíces hebreas distintas, lo cual representa cada piedra que debemos erigir en nuestra familia para poder ser restaurados.

LA PIEDRA MISHPAKJÁ h4940
Gén 12:3  Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.



Una actitud que ayuda para poder edificar una casa es que de la bendición que tenemos aprendamos a compartirla con nuestra familia primeramente, la instrucción es que en nosotros sean benditas las mishpakjá, esto fue lo mismo que Dios le dijo a Jacob, nieto de Abraham:

Gén 28:14  También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.
Gén 47:12  Y proveyó José de alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de sus hijos.

Acaso no dice la Biblia:

1Ti 5:8  porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

Jesús mismo nos dio este ejemplo:

Jua 1:11  A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron.

Jesús vino por su familia, que ellos no hayan recibido la bendición fue su problema y a a pesar que Dios sabía que así sucedería, se ocupó en cumplir un mandato bíblico.

Éxo 12:21  Entonces Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y sacrificad la pascua.

Según la necesidad que tenga tu familia, así sacrifica la pascua con los tuyos, como dice la Palabra:

1Co 11:27  De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.
1Co 11:28  Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.

Una familia que edifica con esta piedra su casa, es una familia que se ministra con la cena del Señor.

Zac 14:17  Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.

Otra actitud que debe tener nuestra familia es subir a Jerusalén (figura de la Iglesia) a adorar al Rey, sabiendo que si lo hacemos caerá lluvia de bendición sobre nuestra casa.

Jua 4:23  Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.

Vea que no dice Dios, maestro o creador, sino que dice "Padre", porque nuestro Dios es un Dios que ama la integración familiar y por eso se presenta como Padre para que nosotros y nuestras familias al adorarle entremos en intimidad con El.


Pastor Luis del Cid
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