Introducción
Como lo hemos visto en otras oportunidades, nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra potestades de las tinieblas y así como no es contra cosas materiales, la forma como vencemos tampoco es con armas terrenales sino con armas espirituales. Por ejemplo dice la Biblia:
Mat 17:14 Y venidos ellos a la multitud, acercóse a Jesús un hombre arrodillándose delante de él
Mat 17:15 y diciendo: Señor compadécete de mi hijo, porque es alunado y padece mucho, pues muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua
Mat 17:16 y le he presentado a tus discípulos, y no pudieron curarle.
Mat 17:21 De esta especie no sale sino con oración.
Esta palabra oración viene del griego proseujé y a su vez de 2 raíces que significan: hacia, acercar, las cosas (necesarias), movimiento hacia, acceso a.
Esto significa que la oración viene a ser como una canal a través del cual lo espiritual baja para que se materialice la bendición que Dios ya dictaminó en el cielo.
Tenemos claro que cualquier respuesta que obtengamos de Dios, no será por mérito, esfuerzo o cosa nuestra, sino por su gracia manifiesta al poner en práctica nosotros su Palabra. Luego de recordar esto, quisiéramos resaltar que aquel hombre que rogaba por su hijo, para hacerlo SE ARRODILLÓ y adicional a esto en el versículo 21 el Señor dijo que hay un tipo de demonios que no salen sino con oración.
De allí que entendemos que cuando la Biblia habla de rodillas está hablándonos de capacidad y actitud de orar, por eso el nombre de este tema: "la firmeza de las rodillas". Miremos una promesa de bendición para aquellos que oran:
Isa 35:1 Alégrese el desierto, tierra seca; llénese de alegría y florezca:
Que maravillas promesa, prácticamente Dios nos dice que los que estan en el desierto se alegren porque El lo convertirá en tierra fértil, habrá alegría y fructificación. Y luego dice:
Isa 35:2 produzca flores como el lirio. Llénese de gozo y alegría. Dios lo hará bello como el Líbano, fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Dios lo hará bello como el Líbano, fértil como el Carmelo y el valle de Sarón…
En este versículo cada forma como Dios quiere expresar su bendición para su pueblo tiene un significado:
La gloria del Libano le será dada. En este contexto bíblico, la biblia hace alución a la hermosura de cedros y árboles frutales que en la antiguedad caracterizaron al Líbano.
Lo que para nosotros significa es que Dios nos ofrece prosperidad y fructificación.
La hermosura del Carmelo. Este es un monte donde por años en el invierno la belleza en su flora y fauna era exuberante, pero adicional a esto es en este monte donde Elías derroto a 850 profetas de Baal.
Esto quiere decir que Dios nos promete el poder para derrotar a nuestros adversarios.
La hermosura del Sarón: Las características especiales de este monte es que abundaban las flores, tenía mucha fertilidad de pastos y abundante ganadería.
Esto nos habla de un lugar propicio para los amores, donde hay hermosura y fertilidad, por ello la amada en el libro de Cantares se compara a una rosa de Sarón.
Volvamos a Isaías 35:2 parte final:
Isa 35:2 … Ellos verán la gloria de Jehová, el esplendor del Dios nuestro.
¿Ellos quienes?, la respuesta en el siguiente versículo:
Isa 35:3 ¡Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles!
Es decir esta promesa es para aquellos que fortalezcan sus manos haciendo buenas obras y afirmen sus rodillas a través de una vida de oración y adoración a Dios.
Por lo tanto hay que hacer lo práctico pero también hay que hacer lo místico. El Señor dijo:
Luc 18:1 Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer,
El no poder orar significa que no se está oyendo la voz de Dios y no se está cumpliendo con todos los mandamientos de su palabra, y se corre el riesgo en que se convierta en una maldición:
Deu 28:15 Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán:
Deu 28:35 Te herirá el SEÑOR en las rodillas y en las piernas con pústulas malignas de las que no podrás ser sanado, desde la planta de tu pie hasta la coronilla.
Las pústulas son ampollas llenas de pus. Cuando un cristiano no puede orar puede la razón puede ser dos cosas principalmente:
1) Escucha la palabra y no la pone por obra.
2) Está en pecado o tiene cosas ocultas EN SU CARNE que lo están descomponiendo (la pus es una herida que no se desinfectó correctamente).
Cristo ya clavó toda maldición en la cruz, así que todos los que le recibimos tenemos rodillas sanas, si están débiles lo que tenemos que hacer es empezar a usarlas para que se fortalezcan.
El enemigo también tiene gente orando contra el pueblo de Dios:
Jue 16:19 Hizo ella que Sansón se durmiera sobre sus rodillas y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza. Entonces comenzó ella a afligirlo, pues su fuerza se había apartado de él.
Jue 16:20 Y gritó de nuevo: «¡Sansón, los filisteos sobre ti!». Sansón despertó de su sueño y pensó: «Esta vez me escaparé como las otras». Pero no sabía que Jehová ya se había apartado de él.
El problema de Sansón es que en lugar que El estuviera de rodillas orando y consagrándose delante de Dios estaba con la cabeza en las rodillas de Dalila y por eso ni cuenta se dio que Dios ya no estaba con el.
En este tema no desarrollaremos el fortalecimiento de las manos, sino la afirmación de las rodillas. ¿Cómo y qué tenemos que hacer los cristianos para tener rodillas firmes?
Gén 30:3 Entonces ella le dijo: –Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas...
Las rodillas se afirman cuando tu dejas de pedir solamente por tus intereses, sino que estas dispuesto a que otros, por el doblar tus rodillas den un fruto, eso se llama interseción.
Gén 50:23 Vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación; y también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José.
José por tanto vió bisnietos de su hijo Efraín y nietos de su hijo Manasés, pero note que su longevidad se debió a que era un hombre QUE CRIÓ HASTA SUS TATARANIETOS ORANDO POR ELLOS.
No es casualidad que Efraín quien recibió la mejor bendición de su abuelo Jacob pudo ver hasta bisnietos, y que Manasés que recibió bendición pero no la misma, solamente vio nietos. Si queremos tener largos días bendecidos sobre la tierra, oremos por nuestra descendencia. Una clave para ver milagros de Dios es doblando rodillas:
1Re 17:1 Entonces Elías, el tisbita, que era uno de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: «¡Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, hasta que mi boca lo diga!».
1Re 18:42 Acab subió a comer y a beber. Pero Elías subió a la cumbre del Carmelo y, postrándose en tierra, puso el rostro entre las rodillas.
1Re 18:45 Entre tanto, aconteció que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo un gran aguacero...
Si somos gente de oración, nuestras rodillas se fortalecen y eso nos llevará a ver los milagros de Dios. Se ora en todo tiempo:
Esd 9:5 A la hora del sacrificio de la tarde salí de mi aflicción y, rasgados mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, extendí mis manos a Jehová, mi Dios,
Esd 9:6 y dije: «Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestras cabezas y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.
A pesar que en el pueblo de Israel había pecado, Esdras estaba clamando a Dios por misericordia, y Dios atendió su súplica y limpio su pecado.
Job 3:11 »¿Por qué no morí yo en la matriz? ¿Por qué no expiré al salir del vientre?
Job 3:12 ¿Por qué me recibieron las rodillas y unos pechos me dieron de mamar?
Cuando hay padres de familia que doblan rodillas, hay hijos que son protegidos por Dios. El doblar tus rodillas es un termómetro para ver cómo vas en tu crecimiento espiritual:
Eze 47:1 El hombre me hizo volver después a la entrada del templo. Entonces vi que por debajo de la puerta brotaba agua, y que corría hacia oriente, hacia donde estaba orientado el templo. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al lado sur del altar.