Despertad Valientes

Introducción

La palabra de Dios nos muestra que mientras vamos avanzando hacia la conquista de las promesas que Dios ha dado a nuestras vidas, vamos a tener que batallar y que necesitaremos cobrar ánimo eventualmente para no desmayar.

Uno de los ejemplos clásicos por excelencia es Josué, a quien el Señor en un solo capítulo le dijo 4 veces que se esforzara y fuera valiente:

Jos 1:6 Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres.

La primera exhortación es para que tengamos claro que es el deseo de Dios que seamos cabeza y no cola, que somos nosotros a quienes Él quiere darnos la mayor bendición para que a su vez la repartamos a otros.

Jos 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

La segunda exhortación es que nos sigamos esforzando y seamos MUY VALIENTES, cuidando de poner por obra la palabra y que no nos desviemos porque eso nos llevará a ser prosperados.

Jos 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas».

La tercera exhortación claramente nos dice que es UN MANDATO DE DIOS que nos esforcemos y seamos valientes y que sepamos que por cualquier cosa, Dios estará con nosotros.

Jos 1:18 Cualquiera que sea rebelde a tu mandamiento y no obedezca tus órdenes en todas las cosas que le mandes, que muera. Tú, solamente esfuérzate y se valiente.

La cuarta exhortación es para que con esfuerzo y valentía sigamos adelante, y que sepamos que si alguien quiere oponerse a nuestro paso, (caminando en la voluntad de Dios), Dios lo hará a un lado, aún eliminándolo.

Ahora, esta instrucción es para los valientes, pero la Biblia nos deja ver que de entre los valientes algunos tienen que ser despertados:

Joe 3:9 »¡Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes! ¡Acérquense, vengan todos los hombres de guerra!

Esto quiere decir que hay valientes que están adormecidos, o tienen algunas cosas que están dormidas en ellos. Veamos y revisemos:

2Re 4:31 Eliseo se levantó entonces y la siguió. Giezi se había adelantado a ellos y había puesto el bastón sobre el rostro del niño, pero este no tenía voz ni daba señales de vida; así que volvió a encontrarse con Eliseo y le dijo: –El niño no despierta.

Una de las cosas que tiene que ser despertada en los valientes, es el niño que por la fe es el dueño del reino de los cielos:

Luc 18:16 Pero Jesús, llamándolos, dijo: –Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios.

Un valiente con corazón de niño le cree a Dios que todo lo que es de su padre es de El, y por tanto tiene derecho.

Luc 18:17 De cierto os digo que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Un valiente que recibe el reino como niño es el que no lo tendrá como un adorno, sino como algo que lo tiene que aprovechar en todo momento. Un niño dueño del reino, le cree a Dios que toda la bendición es para Él.

Mat 18:2 Llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos

Mat 18:3 y dijo: –De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Mat 18:4 Así que cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.

Un niño no le importa hacer lo que tiene que hacer con tal de alcanzar su bendición.

Mar 10:15 De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Mar 10:16 Y tomándolos en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía.

Un niño se deja bendecir con la imposición de manos, por eso Josué tenía el poder de Dios que recibió a través de Moisés:

Deu 34:9 Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él...

Cuando tu recibes la imposición de manos de un siervo de Dios, estas recibiendo poder de Dios para bendición de tu vida.

Volvamos al libro de Reyes para ver como despierta un niño:

2Re 4:32 Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño ya estaba muerto, tendido sobre su cama.

2Re 4:34 Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas. Se tendió así sobre él y el cuerpo del niño entró en calor.

El niño que está dentro de un valiente despierta cuando se deja cubrir, cuando recibe la palabra de Dios que sale a través de la boca de los siervos, cuando no tiene su propia visión, sino la visión de Dios dada a través de su cobertura y cuando sus manos edifican junto con las manos de su pastor. Miremos qué más hay que despertar en los valientes:

Isa 50:4 El Señor DIOS me ha dado lengua de discípulo, para que yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana me despierta, despierta mi oído para escuchar como los discípulos.

El despertar debe ser continuo, todos los días, ¿cómo? despertando el oído para que crezca la fe, es decir escuchando mucha palabra porque la fe viene por el oír y el oír por EL RHEMA DE DIOS, que es la explicación ungida de la palabra revelada. Pero ahora vea como es tener el oído despierto de un discípulo:

Isa 50:5 El Señor DIOS me ha abierto el oído; y no fui desobediente, ni me volví atrás.

El que tiene su oído despierto, es aquel que lo que oye de la palabra lo pone en práctica (porque eso significa ser obediente y por tanto discípulo), así mismo NO VUELVE ATRÁS. Un valiente por lo tanto es el que tiene oído para que se incremente su fe, pone por obra la palabra y no retrocede.

Además el oído de un valiente está despierto para recibir la corrección:

BDPJob 36:5 Mira, Dios es poderoso y no desprecia el corazón sincero,

Job 36:10 Les despierta además los oídos a la corrección y los exhorta a convertirse de la iniquidad.

Un valiente es aquel que enfrenta sus situaciones, que sabe escuchar la corrección para dejar de hacer lo malo y limpiarse, el que no hace eso es un cobarde.

Isa 51:17 ¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén, que bebiste de la mano de Jehová
la copa de su ira! Porque la copa de aturdimiento bebiste hasta los posos.

Hay valientes que les está yendo mal porque están bebiendo de la copa de la ira de Dios, y necesitan reaccionar para levantarse y así dejar la iniquidad.

Efe 5:13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo.

Efe 5:14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos,
y te alumbrará Cristo.

Tu que quizás tienes cosas ocultas aún, tienes que saber que estar en esa condición ES ESTAR ADORMECIDO, y ciertamente eres un valiente pero necesitas sacarlo a luz, dejar de andar entre los muertos (gente del mundo) y levantarte para que te alumbre Cristo.

¿Qué más tiene que despertar en los valientes?

Sal 57:8 ¡Despierta, alma mía! ¡Despertad, salterio y arpa! ¡Me levantaré de mañana!

El alma de un valiente tiene que estar despierta pero mucho se nota si este alaba y sabe hacerlo.

El salterio (aunque es un instrumento musical), también es llamado así a los 150 salmos de la Palabra. El arpa está representando nuestra voz. Esto quiere decir que un valiente lo que debe hacer siempre es alabar a Dios primero en todo lo que hace con entendimiento.

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