Introducción
Todos los seres humanos anhelamos llevar una vida tranquila, bendecida y feliz y ciertamente es el deseo de nuestro padre Dios, pero El ha establecido formas de cómo alcanzarlo.
Algunas de estas maneras de cómo alcanzar ese nivel de vida es haciendo lo que la biblia describe en los versículos donde aparece la palabra bienaventurado, pues Dios es quien nos llama así:
Deu 33:29 ¡Bienaventurado tú, Israel! ¿Quién como tú, pueblo salvado por Jehová?
Él es tu escudo protector, la espada de tu triunfo. Así que tus enemigos serán humillados, y tú pisotearás sus lugares altos».
Es Dios quien nos dice que nosotros los salvados por El, definitivamente somos bienaventurados porque el por siempre ganador está del lado nuestro.
Antes de continuar, veamos el significado desde su etimología para esta palabra:
Del hebreo ésher que también se traduce como felicidad, figurativamente ir hacia adelante, prosperar, dichoso, prosperidad, favorecido o bendecido por alguien superior.
Desde que empezamos nuestro caminar en Cristo, nos convertimos en bienaventurados, pero para alcanzar esa plenitud la biblia nos revela como, veamos:
Sal 1:1 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores,
Sal 1:2 sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!
Esto nos muestra que para ir prosperando cada vez más, necesitamos dejar de escuchar los malos consejos, evitar caminar con los pecadores y mucho menos entrar en comunión de los que se burlan de lo sano y correcto.
Job 5:17 »Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto, no desprecies la reprensión del Todopoderoso.
Job 5:18 Porque él es quien hace la herida, pero él la venda; él golpea, pero sus manos curan.
El error en el que caemos a veces es que reprochamos y murmuramos cuando estamos pasando un trato duro que nos servirá para purificación o para aprender a hacer lo correcto. El bienaventurado es aquel que sabe recibir la reprensión y no la rechaza.
Sal 21:6 Pues le haces bienaventurado para siempre; con tu presencia le deleitas con alegría.
Esto significa que necesitamos estar ante su presencia, lo cual se consiguer a travéz de la adoración, del servicio, de la ofrenda y otras formas más.
Sal 32:1 ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!
Sal 32:2 ¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño!
Sal 32:3 Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día.
Note que la primera bienaventuranza es para aquel que encuentra el perdón para su transgresión pero que lleva a que sea cubierto su pecado, es decir que lo somete bajo autoridad para que no le pace como a David que dice claramente en el versículo 3 que "mientras cayó su cuerpo era consumido".
La segunda bienaventuranza por tanto es para aquel que cuando Dios lo inspecciona no encuentra en ese corazón iniquidad ni engaño (es decir que no se engaña a sí mismo pensando que sin ponerse a cuentas ya Dios lo perdonó).
Sal 40:4 ¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira!
El que verdaderamente pone en Dios su confianza, según este versículo es el que se mantiene esperando en Dios y no comparándose con gente altiva o mentirosa que los hace sentir de menos. En los versículos anteriores nos muestra cómo se pone en Dios la confianza:
Sal 40:1 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor,
Sal 40:2 y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.
Hay momentos donde la paciencia y el clamor mostrarán a Dios que ciertamente en El está nuestra confianza, pero que su respuesta no será inmediata sino tendremos que saber esperar, ESO TE ESTÁ HACIENDO BIENAVENTURADO, y pronto verás como Dios te hace feliz y próspero.
Sal 41:1 Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.
Es bienaventurado aquel que se recuerda del pobre y que piensa como ayudarlo, es decir no solamente piensa, sino que también actúa. La palabra pensar aquí viene del hebreo sakál que también se traduce como comprender, enseñar.
Esto significa ir más allá de un pensar, significa un actuar premeditado:
Pro 14:21 Peca el que menosprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
Volvamos al salmo 41:
Sal 41:2 Jehová lo guardará, le dará vida y será bienaventurado en la tierra. No lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
Sal 41:3 Jehová lo sostendrá en el lecho del dolor; ablandará su cama en la enfermedad.
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Sal 65:4 Cuán bienaventurado es el que tú escoges, y acercas a ti , para que more en tus atrios. Seremos saciados con el bien de tu casa, tu santo templo.
Veamos quienes son escogidos:
Gén 18:19 Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham todo lo que El ha dicho acerca de él.
Un escogido es el que se ocupa en MANDAR a que sus hijos y toda su casa busquen vivir en el camino que se llama Jesucristo, viviendo según los mandamientos de Dios.
Deu 14:2 Porque eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; y el SEÑOR te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra.
Un escogido vive en santidad y entonces le viene la bienaventuranza.
Deu 18:5 Porque el SEÑOR tu Dios le ha escogido a él y a sus hijos de entre todas tus tribus, para que esté allí y sirva en el nombre del SEÑOR, para siempre.
Un escogido es alguien que sirve, y por eso Dios lo prosperará.
Veamos más bienaventuranzas:
Sal 84:5 ¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti, en cuyo corazón están los caminos a Sion !
Aquel que sabe que se hace más poderoso llenándose más de Dios cada día es bienaventurado, pero también aquel que camina en los caminos que lo llevan a Sion, algunos de estos:
Hch 2:28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia”.
Hch 9:11 Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha…
Pro 12:28 En el camino de la justicia está la vida; en sus sendas no hay muerte.
Mat 7:14 pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Sal 119:30 He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí.
Sal 89:15 ¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, SEÑOR, a la luz de tu rostro.
Se es bienaventurado cuando nos expresamos CON JÚBILO en el momento oportuno, por ejemplo:
1Sa 4:5 Aconteció que cuando el Arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con júbilo tan grande[8] que la tierra tembló.
Hay que dar gritos de júbilo cuando la presencia de Dios está en medio de nosotros.
Psa 126:3 Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estamos alegres.
Psa 126:4 Haz volver, SEÑOR, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur.
Psa 126:5 Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo.
Para cosechar hay que dar gritos de júbilo mientras te estás esforzando en la siembra, es decir aunque duela el esfuerzo que estás haciendo, el bienaventurado es aquel que en lugar de estar quejándose o con mala cara, sabe alabar a Dios para esperar su recompensa.
Isa 35:10 Volverán los rescatados del SEÑOR, entrarán en Sion con gritos de júbilo, con alegría eterna sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, y huirán la tristeza y el gemido.
Un bienaventurado es el que sabe alabar a Dios y disfrutar el hecho que en medio de un problema Dios lo rescato, pero no se queda cayado sino lo expresa a todo pulmón.
Isa 65:14 he aquí, mis siervos darán gritos de júbilo con corazón alegre, mas vosotros clamaréis con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis.
Sal 112:1 ¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, que mucho se deleita en sus mandamientos.
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