Hay una figura hermosa en
el Antiguo Testamento, en donde aparecemos nosotros tipificados en Isaac, el
Padre figurado en Abraham y Jesús en el cordero:
Gén 22:6 Tomó Abraham la leña del holocausto y la puso
sobre Isaac, su hijo; luego tomó en su mano el fuego y el cuchillo y se fueron
los dos juntos.
Gén 22:7 Después dijo Isaac a Abraham, su padre:
–Padre mío. Él respondió: –Aquí estoy, hijo mío. Isaac le dijo: –Tenemos el
fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
Gén 22:8 Abraham respondió: –Dios proveerá el cordero
para el holocausto, hijo mío.
E iban juntos.
La palabra puso del
versículo 6 en hebreo es SIM y también se traduce como abandonar, ataviar,
culpar, meditar. No es casualidad que en el momento cuando Abraham le pone la
leña a Isaac, este le pregunta que en donde estaba el cordero.
Lo que aquí estaba
pasando es que Isaac percibió en su corazón que Dios estaba demandando un sacrificio,
que es lo que el Espíritu Santo hace en el corazón del hombre:
Jesús hablando del
Espíritu Santo dice:
Jua 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio.
Isaac estaba percibiendo
aquella atmósfera del holocausto y estaba comprendiendo que sin derramamiento
de sangre no hay perdón de pecados.
Estaba comprendiendo que
es necesaria la justicia para el reconocimiento de la culpa y también el juicio
para que todo se ponga a cuentas delante de Dios y por eso, aunque no del todo
lo entendía, decidió seguir adelante.
Aquella pregunta de Isaac
se queda suspendida en los aires por dos mil años, y es contestada por Dios
cuando envía a Cristo Jesús:
Jua 1:29 Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a
él, y dijo: «¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Es por lo tanto Jesús la
respuesta a aquel que ha sido convencido de pecado, esto es que ha comprendido
que hemos fallado delante de Dios, que Dios demanda justicia y que llegará el
día en que todos compareceremos ante el juicio de Dios pero que si creemos en
que Jesús es el cordero para pagar por nosotros seremos libres.
FUNCIONES DEL
CORDERO:
LIMPIA NUESTRO
INTERIOR
Apo 22:1 Después me mostró un río limpio de agua de
vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
Note que esas aguas salen
del trono de Dios y que hoy aún no tenemos acceso completamente pero cuando nos
comemos al cordero, viene sobre nosotros la ministración del agua de vida
Que limpia nuestro
interior:
Eze 47:8 Y me dijo: Estas aguas salen hacia la región
oriental y descienden al Arabá; luego siguen hacia el mar y desembocan en el
mar; entonces las aguas () quedan purificadas.
Eze 47:9 Y sucederá que dondequiera que pase el río,
todo ser viviente que en él se mueve, vivirá. Y habrá muchísimos peces, porque
estas aguas van allá, y () son purificadas; así vivirá todo por donde pase el
río.
Cuando nos comemos al
cordero fluye dentro de nosotros las aguas de vida y nos purifican.
VES EL CAMINO:
Apo 21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de
luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su
lumbrera.
¿Para qué sirve la
lumbrera?
Gén 1:16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la
lumbrera mayor para que señoreara en el día, y la lumbrera menor para que
señoreara en la noche; e hizo también las estrellas.
Gén 1:16 Dios hizo las dos luces: la grande para
alumbrar de día y la pequeña para alumbrar de noche. También hizo las
estrellas.
La lumbrera sirve para
alumbrar pero, ¿no le parece extraño que se alumbre cuando hay luz?. Lo que
pasa es que no se refiere a un fenómeno físico sino al hecho de esos momentos
en la vida donde todo marcha bien pero que esa prosperidad no debe confundirnos
o deslumbrarnos y si tenemos la luz del cordero no nos desviaremos.
La lumbrera en la noche
es la guía de Dios cuando pasamos por una prueba.
Miremos para qué más
sirve la lumbrera:
Sal 36:9 Porque en ti está la fuente de la vida; en tu luz vemos la luz.
Comernos al cordero nos
sirve para distinguir de entre la luz, la verdadera luz.
2Co 11:14 Y no es de extrañar, pues aun Satanás se
disfraza como ángel de luz.
2Co 11:15 Por tanto, no es de sorprender que sus
servidores también se disfracen como servidores de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras.
Hoy hay mucha gente que
habla de Jesús pero que sus obras reflejan cuáles son sus verdaderas
intenciones, el problema es que se dicen ser ministros del evangelio. Para
distinguir que tipo de luz tienen, necesitamos comernos al cordero que es la
verdadera luz.
TE PERMITE
EVOLUCIONAR
Apo 17:14 Estos pelearán contra el Cordero, y el
Cordero los vencerá, porque El es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con El son
llamados, escogidos y fieles.
Si tu estas con El, si
participas con fe creyendo que es al cordero a quien tienes en tu mano y que
entra a tu ser, entonces su poder te cambia para convertirte en ese grupo de
cristianos fieles.
Apo 14:4 Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
Cuando participas de la cena del cordero, te da la fuerza para no contaminarte y te permite estar donde el Cordero va.
Apo 19:9 El ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados*
los que son llamados a la cena de las bodas* del Cordero”». Y me dijo: «Estas son
palabras verdaderas de Dios».
Como lo has seguido por
todos lados, no faltarás a la cena de las bodas del cordero.
VENCES AL
ACUSADOR
Apo 12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que
decía: «Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la
autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Apo 12:11 Ellos lo han vencido por medio de la sangre
del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menospreciaron sus
vidas hasta la muerte.
Si se sentía acusado de
algo que cometío y ya se arrepintió, pidió perdón a Dios y se alejó, pero aún
siente acusación, la sangre del cordero se la quita y lo hace apto para servir
a Dios:
Heb 9:13 Porque si la sangre de los toros y de los
machos cabríos,* y las cenizas de la becerra* rociadas a los impuros,
santifican para la purificación de la carne,
Heb 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha* a Dios, limpiará*
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Por eso dice la
escritura:
Rom 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios
es el que justifica.
Rom 8:34 ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el
que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros.
Otro beneficio que
nos da el cordero:
Apo 5:1 Vi en la mano derecha del que estaba sentado
en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Apo 5:3 Pero ninguno, ni en el cielo ni en la tierra
ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni siquiera mirarlo. Apo 5:4 Y lloraba yo mucho, porque no se hallaba a nadie que fuera digno de abrir el libro, ni siquiera de mirarlo.
Apo 5:6 Miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y en medio de los ancianos estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos,* los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Apo 5:7 Él vino y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
Apo 6:1 Entonces vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno: «¡Ven!».
Cuando comemos del
cordero, nos dan revelación de las cosas que están por suceder.
¿Qué otro beneficio?
1Pe 1:18 pues ya sabéis que fuisteis rescatados* de
vuestra vana* manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con
cosas corruptibles, como oro o plata,
1Pe 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo,* como
de un cordero* sin mancha y sin contaminación.
Te desatas de toda mala
herencia.
DIOS TE LIBRA DE
TUS ENEMIGOS
1Sa 7:7 Cuando los filisteos oyeron que los hijos de
Israel se habían reunido en Mizpa, los príncipes de los filisteos subieron
contra Israel. Cuando oyeron esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los
filisteos.
1Sa 7:9 Tomó Samuel un cordero de leche y lo ofreció
como completo holocausto al SEÑOR; y clamó Samuel al SEÑOR por Israel y el
SEÑOR le respondió.
1Sa 7:10 Mientras Samuel estaba ofreciendo el
holocausto, los filisteos se acercaron para pelear con Israel. Mas el SEÑOR
tronó con gran estruendo aquel día contra los filisteos y los confundió, y
fueron derrotados delante de Israel.
Cuando te comes al
cordero y estás por tanto con El, si te persiguen, si tienes enemigos que se
levantan contra ti, Dios oye tu clamor y derrota a tus adversarios. Por eso,
necesitamos comernos al cordero:
Mat 26:26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiendo
bendecido, partió, y dándose a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo.
Mat 26:27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias,
se dio, diciendo: Bebed todos de ella;
Mat 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que
es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
Pastor Luis del Cid
6 de noviembre de 2,011 año de la Conquista
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