La esperanza no avergüenza

 Introducción
Como lo platicamos en otra ocasión, aunque la definición de esperanza en lo secular sea: "es un estado de ánimo en el que se espera lo que se desea", y  en un concepto teologal la definen como el esperar los bienes que Dios ha prometido, para nosotros según lo entendemos en la Biblia, esperanza es creer en lo que Dios ha prometido pero actuando sabiendo que lo recibiremos y vivir de esta forma no trae vergüenza:
 Rom 5:5  y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
 De allí que en este tema veremos en qué hay que poner y en que no hay que poner nuestra esperanza:
 2Re 18:1  En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá.
2Re 18:2  Cuando comenzó a reinar tenía veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías.
2Re 18:3  Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre.
2Re 18:4  Quitó los lugares altos, quebró las imágenes, rompió los símbolos de Asera e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamó Nehustán.
2Re 18:5  En Jehová, Dios de Israel, puso su esperanza. Entre todos los reyes de Judá no hubo otro como él, antes ni después,
2Re 18:6  pues siguió a Jehová y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés.
2Re 18:7  Jehová estaba con él, y adondequiera que iba, prosperaba. Ezequías se rebeló contra el rey de Asiria y no lo sirvió.
2Re 18:8  También derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.
 Note que aquel rey fue de lo mejor en el pueblo de Israel, Dios estaba con él y lo hizo prosperar, no sirvió al diablo y derrotó a sus enemigos. ¿Todo esto por qué? Por que puso su esperanza en Dios.
 Ahora bien, aquel cristiano que pone su esperanza en Dios pero no actúa hoy en fe (recuerde que la fe sirve para tener un buen presente y la esperanza para tener un buen futuro), es decir nuestra esperanza no son pensamientos ilusos, sino la convicción de lo que esperamos y por eso hoy vivimos como vivimos para poder alcanzarlo.
 Ezequías nos enseña cómo es poner la esperanza en Jehová:
a)      El nombre de su madre era Abi, que significa paternal. Esto quiere decir que tenía la influencia sobre su vida del reconocimiento de autoridad sobre su cabeza y quien vive así porque es el orden del reino alcanzará bendición:
Mat 8:8  Respondió el centurión y dijo: –Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará,
Mat 8:9  pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a este: “Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Mat 8:10  Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo seguían:
–De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
El centurión tenía la esperanza que por cuanto el reino de Dios es un sistema de gobierno en donde hay un mover poderoso de autoridad y él lo creía y vivía, TENÍA LA ESPERANZA que si Jesús decía una sola palabra su criado sanaría. El punto es tener la esperanza puesta en que Dios actúa a favor de aquellos que reconocen autoridad sobre sus vidas:
1Pe 5:6  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.
Cuando hay sometimiento bajo autoridad, hay esperanza que Dios exaltará.
b)     Ezequías significa fortalecido de Jehová o la fuerza del Señor. Cuando aprendemos a depender de Dios y ya no de nosotros mismos, entonces tenemos que tener la esperanza que Dios se levantará por nosotros, pues es lo que Dios nos explica en su palabra:
2Co 12:10  Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Rom 8:26  De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad...
1Co 15:43  Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
2Co 12:9  Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
No se trata de decir simplemente que somos débiles, se trata de sembrar nuestra fuerza y que cuando ya hicimos todo lo que está a nuestro alcance entonces reconozcamos que lo demás solo Dios podrá hacerlo. Aquel que reconoce que lo posible lo puede hacer el hombre y lo imposible solo Dios, es aquel que  puede tener su esperanza puesta en el Dios que es todopoderoso.

c)      Hijo de Acaz. Acaz significa poseedor, agarrar, apoderarse, arrebatar, tomar posesión.
Ezequías tenía la esperanza que Dios lo prosperaría, porque tenía una influencia espiritual que lo hacía ser un conquistador, un luchador, que estaba acostumbrado a pelear, que sabía que el reino de los cielos es de quienes lo arrebatan:
Mat 11:12  »Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
 
d)     Hizo lo recto ante los ojos de Jehová. Dice la Biblia:

Hay que poner la esperanza en que Dios PREMIA al que procura agradarlo, se acerca a Él con fe y por tanto hace las cosas rectamente.
Deu 6:18  Hagan lo que es recto y agradable a los ojos del Señor, para que les vaya bien y tomen posesión de la buena tierra que el Señor juró dar a los antepasados de ustedes,

e)      Quitó la idolatría de sí mismo y de su pueblo. Eliminó aun lo que siendo santo Israel convirtió en un ídolo.
2Re 18:4  Quitó los lugares altos, quebró las imágenes, rompió los símbolos de Asera[a] e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamó Nehustán.
La serpiente levantada era una figura de la salvación que Dios puede dar pero ellos la convirtieron en un ídolo, olvidándose que es Dios quien sana.
Cuando tenemos el valor de corregir aun lo que han convertido en idolatría habiendo sido santo, a pesar que pueda acarrear un momento de problemas, tenemos que tener la esperanza que Dios nos recompensará.

En qué más debemos poner nuestra esperanza:
 Job 4:6  ¿No es tu temor a Dios  tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?
 Cuando actuamos con integridad, podemos tener la certeza que Dios nos recompensará y guardará del mal:
 2Sa 22:25  Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi pureza delante de sus ojos.
2Sa 22:26  Con el benigno te muestras benigno, con el hombre íntegro te muestras íntegro;
2Sa 22:27  con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.
 En qué más ponemos nuestra esperanza:
 Pro 23:17  No envidie tu corazón a los pecadores, antes vive siempre en el temor del SEÑOR;
Pro 23:18  porque ciertamente hay un futuro, y tu esperanza no será cortada.
 Es necesario poner nuestra esperanza en el buen futuro que nos espera de parte de Dios si hacemos lo que dice su palabra:
 1Ti 6:18  Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir,
1Ti 6:19  acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.
 Si aprendemos a hacer el bien, a ser generosos en las buenas obras, y generosos en el dar, entonces podremos tener nuestra esperanza en que el futuro será bueno para nosotros.
 Pro 24:13  Come miel, hijo mío, porque es buena; sí, la miel del panal es dulce a tu paladar.
Pro 24:14  Sabe que así es la sabiduría para tu alma; si la hallas, entonces habrá un futuro, y tu esperanza no será cortada.
 Hay que tener esperanza puesta en el conocimiento de la Palabra, porque esto nos da sabiduría y entonces habrá un buen futuro:
 Sal 119:103  ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, más que la miel a mi boca.
Sal 119:104  De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.
 Eze 3:2  Abrí, pues, mi boca, y me dio a comer el rollo.
Eze 3:3  Entonces me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo de este rollo que te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
 Si nos comemos la Palabra de Dios, entonces podremos tener la esperanza que siempre sabremos qué hacer en la vida porque tendremos la sabiduría de Dios con nosotros.
 En qué más ponemos la esperanza:
 Tit 1:2  en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esta vida desde antes del principio de los siglos,
 En que Dios prometió que para nosotros hay vida eterna, y esa vida será maravillosa.

13 de noviembre de 2,011 año de la Conquista
Pastor Luis del Cid
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